ANA HERNÁNDEZ
MARÍA VENTURA
«¡Qué dolor y qué rabia! Otro caso de leucemia en el
colegio García Quintana. Señor dueño del inmueble y
empresas responsables de la ubicación de las
antenas, no puedo hacer un acto de cinismo
felicitándoles la Navidad porque les deseo, sólo por
48 horas, que no puedan dormir, que lloren y que se
desesperen, que se hundan en el dolor y la
impotencia más absoluta, que sus familias estén
rotas de dolor y angustia, que tengan que animar a
un niño de seis años con un diagnóstico de leucemia
y decirle que los Reyes no le pueden curar en una
noche, y que unos señores lo podían haber evitado.
Desde la angustia y el dolor les recuerdo que todo
progreso que no es humano, no es progreso».
«Señor alcalde, consejeros de Educación Sanidad y
Medio Ambiente, empresas y dueños del inmueble: que
sentirían si os dejaran que vuestro hijo, de corta
edad, padece una leucemia y que mientras cumplía con
su deber de ir al colegio estaba su pequeño cuerpo
recibiendo quién sabe qué. Les aseguro que sentirían
desesperación, como la estoy sufriendo yo. Qué
precio tan alto ha supuesto la ineficacia de los
políticos y la avaricia de las empresas y del
propietario del inmueble. Que se haga justicia y se
depuren responsabilidades». |