...el
profesorado es contrario a que la
administración elija al director de su
centro y, en cambio, demanda más
autonomía de gestión, en la organización
escolar y también en su propia
formación. |
He resuelto parcialmente
estas y otras preguntas esta semana a partir de
la lectura de la encuesta
"La situación profesional de los docentes"
patrocinada por el Centro de Innovación
Educativa CIE-FUHEM.
A pesar de algunas dudas sobre el método de
recogida de datos sobre la muestra, -que hace
que puedan haber contestado a la encuesta sólo
los profesores más motivados- vale la pena
señalar que la encuesta pone el punto sobre las
íes en algunas cuestiones que alguna vez ya
hemos señalado.
Por ejemplo, en general, los docentes creen que
los mejores cambios para mejorar la calidad
educativa pasan por el incremento del número de
profesores para desdobles, apoyos y reducción de
la ratio alumnos/docente, incrementar la
implicación de las familias en la educación de
sus hijos, aumentar los recursos económicos
destinados a la educación y incrementar el
tiempo para el trabajo en equipo de los
profesores.
Con respecto a la organización del centro
educativo, el profesorado es contrario a que la
administración elija al director de su centro y,
en cambio, demanda más autonomía de gestión, en
la organización escolar y también en su propia
formación. Reclama con fuerza un sistema de
promoción vinculado a su grado de dedicación y
esfuerzo y más trabajo en equipo. No ve que la
repetición de curso resuelva bien los problemas
del alumnado con dificultades de aprendizaje y
cree que los 14 años es una edad demasiado
temprana para escoger los estudios que seguirán
haciendo.
Por otro lado, en ésta muestra, se descarta
claramente la idea del profesor o profesora
desanimado, insatisfecho con el trabajo y los
compañeros de centro. Al contrario. En cambio,
si que se percibe que una parte importante de
docentes creen que su formación inicial es
insatisfactoria, sobretodo los más jóvenes, y
hay un feeling de que la administración pública
y la sociedad no los valora suficientemente.
Son opiniones coherentes que llevan a proponer
más apoyo de las administraciones y más
compromiso y participación de las madres y
padres, junto con mayor autonomía de los
docentes. Debe cambiarse el sistema de formación
inicial de los maestros y facilitar una
promoción interna basada en la dedicación y la
capacidad más que los años.
Todas estas conclusiones tienen mucho sentido.
Pero conseguir los retos que se plantean no se
hará sólo a través de responder encuestas. Es
necesaria una mejor y mayor organización e
implicación política de los profesores y
profesoras en los cambios del sistema educativo,
más allá de las legítimas reivindicaciones
laborales en las que los sindicatos ya realizan
su papel.