Dec�logo
de prioridades por un pacto por la ense�anza p�blica
Consolidar un marco estable
para la educaci�n es ya una prioridad de la sociedad espa�ola.
Conscientes de esa necesidad, determinadas fuerzas sociales y
pol�ticas que aplaudieron la imposici�n de la LOCE, reclaman ahora
un pacto que libere a la educaci�n de los vaivenes pol�ticos de
turno; otras organizaciones que se mostraron menos condescendientes
tambi�n reclaman un acuerdo general.
Por nuestra parte, admitiendo
que procede, por el bien com�n, buscar un marco estable para que la
educaci�n no d� un vuelco cada vez que hay cambio de gobierno,
matizamos que ese marco ha de girar en torno a los intereses
generales de la ciudadan�a, intereses que son los que defiende y
representa la escuela p�blica.
La Confederaci�n de STEs-intersindical
plante� antes de las elecciones a todas las fuerzas pol�ticas que se
hab�an movilizado contra la LOCE, la LOU y la Ley de FP la necesidad
de derogar esas leyes, de elaborar un nuevo marco legislativo, y de
anular los decretos que las desarrollan, aprobados al final de la
legislatura por el gobierno del PP.
Es imprescindible que se emprenda el
debate social que en su momento hurt� el Gobierno del PP, en el que
los miembros de la comunidad educativa (familias, alumnado y
profesorado) tengan un papel relevante a trav�s de sus
organizaciones representativas y de los debates en claustros y
consejos escolares.
Este debate debe cerrarse con la
promulgaci�n de una Ley de Educaci�n que para la Confederaci�n de
STEs-i debe responder a los siguientes criterios:
1. Derogaci�n de la LOCE y de
los diferentes decretos que la desarrollan
Elaboraci�n de un nuevo marco legislativo que gire en torno a la
promoci�n y defensa de la ense�anza p�blica, como ense�anza
democr�tica, igualitaria, integradora y de calidad para todas y
todos.
2. Freno a la privatizaci�n
creciente del sistema educativo en el Estado espa�ol
Una educaci�n de calidad es incompatible con la profundizaci�n en el
desequilibrio de las redes p�blica y concertada. Es la ense�anza
p�blica la que debe atender prioritariamente a la poblaci�n escolar,
por lo que all� donde haya oferta p�blica suficiente deber�n
reducirse paulatinamente los conciertos educativos. �stos se
eliminar�n de los tramos no obligatorios y se garantizar� una oferta
de plazas escolares p�blicas en todos los tramos. La anunciada
gratuidad de la ense�anza infantil ha de ser cubierta mediante la
creaci�n de plazas en el sistema p�blico.
3. Garant�a de una educaci�n
p�blica de calidad para todas las personas en edad escolar y para
las personas adultas que lo deseen
Para ello, son necesarios medios que garanticen una atenci�n
personalizada y la compensaci�n de desigualdades educativas. Se
deben establecer medidas de compensaci�n educativa para toda la
poblaci�n escolar que lo necesite, haciendo especial hincapi� en la
escolarizaci�n con plenas garant�as de alumnado procedente de otros
pa�ses. Hay que destinar fondos en la escuela p�blica para creaci�n
de empleo docente y no docente, para mejora y construcci�n de
centros educativos y equipamiento de los mismos. Medidas como la
reducci�n del n�mero de alumnos/as por docente y la garant�a de
oferta de modalidades y optativas en todos los niveles y lugares
geogr�ficos son imprescindibles.
4. La gesti�n democr�tica y
la no jerarquizaci�n como base de una escuela participativa
La derogaci�n de la normativa sobre selecci�n de directores/as y la
recuperaci�n de competencias por parte del Consejo Escolar deben ser
las primeras medidas para acabar con la jerarquizaci�n y con los
intentos de convertir la gesti�n de los centros en una tarea
empresarial. La competencia entre centros docentes y entre el
profesorado debe ser sustituida por formas de participaci�n
democr�tica y por un cuerpo �nico de ense�antes que acabe con la
divisi�n y jerarquizaci�n entre el profesorado.
5. Por una escuela laica: la
religi�n fuera de la escuela
Defendemos el car�cter cient�fico de la ense�anza y por lo tanto se
debe excluir cualquier asignatura de car�cter confesional. Para
ello, el Gobierno debe revisar el Concordato y derogar los acuerdos
con el Vaticano. No se debe pagar con dinero p�blico el
adoctrinamiento religioso: las creencias religiosas forman parte del
�mbito privado y por tanto la ense�anza de las religiones ha de
quedar al margen de la escuela.
6. Una escuela que acabe con
discriminaciones sociales y de g�nero y que proporcione al alumnado
los saberes necesarios para ser capaces de comprender y transformar
la sociedad en que viven
Renovada pedag�gicamente, la escuela debe potenciar tanto la
adquisici�n de destrezas que permitan un desarrollo aut�nomo como la
de saberes que posibiliten un conocimiento m�s all� de lo meramente
instrumental. Se hace necesario, en el actual contexto, reivindicar
que la escuela es una instituci�n de formaci�n integral que no debe
estar sujeta a las veleidades de los cambiantes mercados laborales.
7. Una escuela con una doble
v�a de acceso a la funci�n p�blica docente
Es preciso acabar con una precariedad laboral que afecta al 20% de
las plantillas docentes, ocupadas actualmente por profesorado
interino, cuyas justas demandas deben ser, de una vez, atendidas.
8. Apuesta por la formaci�n y
la salud en el trabajo
Es el momento de garantizar, por el bien de toda la comunidad
educativa, una formaci�n inicial equivalente para todo el
profesorado, y una formaci�n continua dentro del horario lectivo que
sea acorde con las nuevas circunstancias sociales y escolares. As�
mismo, el reconocimiento de las enfermedades profesionales
espec�ficas, la mejora en las condiciones laborales �35 horas
semanales, disminuci�n de ratios, jubilaci�n a los 60...- y las
medidas presupuestarias para mejorar infraestructuras, equipamientos
y para crear empleo estable son medidas b�sicas que deben ser
contempladas en la nueva ley. Es urgente la tarea de dignificaci�n
social de las y los docentes.
9. Una ley que reconozca la
realidad plurinacional y ling��stica del Estado espa�ol, as� como la
interculturalidad
Que respete los �mbitos de competencia de cada comunidad, las
lenguas y las culturas espec�ficas de cada territorio y la
diversidad en su sentido m�s amplio.
10. Una ley que reconozca, en
definitiva, que la escuela p�blica es el garante de una sociedad m�s
justa y que, en consecuencia, ofrezca los medios adecuados para ello
Para ello, nuestro pa�s debe destinar al final de esta legislatura
un 7 % del PIB. El recorte presupuestario en educaci�n hace que en
estos momentos seamos uno de los pa�ses europeos que menos le
dedica: un 4�5%, totalmente insuficiente, lo cual exige un esfuerzo
para lograr situar a la ense�anza p�blica en el papel que le
corresponde.
Por todo ello la Confederaci�n de STEs-i
intervendr� en cuantos foros le sea posible para que las posiciones
de la mayor�a de la comunidad escolar, que defiende la prioridad de
la ense�anza p�blica, sean tenidas en cuenta y orienten el futuro
educativo de nuestro pa�s. Esperamos que el gobierno cumpla sus
promesas y que la escuela p�blica ocupe por fin el lugar que le
corresponde.
Confederaci�n de STEs-intersindical
|