DIARIO DE BURGOS 19-1-2008
Las escuelas infantiles de la
Junta no quieren depender de los
consistorios
El colectivo de trabajadoras de los
cuatro centros que existen en la
provincia rechazan que las
corporaciones locales asuman las
competencias educativas de la etapa
de 0 a 3 años
C.M. / Burgos
Las trabajadoras de las cuatro
escuelas infantiles dependientes de
la Junta en Burgos, dos en la
capital y otras dos en Aranda y
Miranda, rechazan que el
Ayuntamiento asuma las competencias
educativas de 0 a 3 años, tal y como
contempla el anteproyecto de ley de
transferencias actualmente
en proceso de tramitación en las
Cortes de Castilla y León.
Consideran que con el traspaso a las
corporaciones locales perderían
muchos de sus beneficios
laborales, como movilidad geográfica
o promoción, a los que han accedido
tras superar una
oposición. Temen que el Ayuntamiento
no gestione este servicio de manera
directa, sino que lo
saque a concurso como ha hecho con
sus escuelas infantiles. «Hemos
sacado una oposición y por
una decisión política nos trasladan
a otra y sin garantías», indican.
También consideran que el actual
servicio que se presta de una manera
homogénea en los centros
infantiles dependientes de la Junta
en todas las provincias de la
Comunidad podría verse deteriorado
con el cambio a otra administración.
«La Junta ha hecho un esfuerzo a lo
largo de estos años para
que sus escuelas se adaptarán a la
ley en cuanto a ratios, espacios y
acondicionamiento de servicios y
ha contratado a profesionales
específicos, por ejemplo, para
atender a los niños con necesidades
educativas especiales. Todos esos
esfuerzos y esos recursos van a ser
transferidos a los
ayuntamientos para que luego acaben
en una empresa privada. Es triste»,
apuntan las trabajadoras.
El colectivo recuerda que estos
centros infantiles dependientes de
la Junta gozan de un gran prestigio
como lo prueba el número de usuarios
y las listas de espera que hay cada
año para acceder a ellos.
«Las administraciones no están por
hacer una apuesta firme del ciclo
0-3 años como ciclo
perteneciente a toda la etapa
educativa y con las mismas
características que los demás»,
precisan.
Piden que los centros de educación
infantil dejen de pertenecer a la
Consejería de Familia e Igualdad
de Oportunidades.
Las competencias en educación
infantil corresponden a las
comunidades autónomas y la Ley
Orgánica de Educación considera que
es una etapa educativa más. «No es
lógico que el primer ciclo
de infantil pertenezca a una
consejería y el segundo, el de 3 a 6
años, a otra. Es una reivindicación
a
nivel estatal. Existe una plataforma
en defensa del ciclo de 0-3 años que
reclama un coordinación en
toda la etapa», añaden.
Estas profesionales recuerdan la
importancia que tiene la educación
de 0 a 3 años al ser en la que se
sientan las bases del desarrollo de
los niños, la adquisición de hábitos
como el de la comida o el aseo
y las primeras capacidades de
atención, escucha, percepción,
lenguaje y comunicación. «La gente
lo
percibe como un servicio, pero en
niños con necesidades educativas
especiales estos centros son
importantísimos para hacer una labor
de detección».
La Junta cuenta con 29 escuelas
infantiles en la región, de las que
cuatro están en Burgos. Dos en la
capital: La Garza y Santa María La
Mayor, una en Aranda, Arco Iris y
otra en Miranda, Altamira.
70 trabajadores de las escuelas de
Burgos se verían afectados, la
mayoría de ellos son técnicos
superiores en educación infantil,
pero también hay cocineros,
ayudantes de cocina y responsables
del
centro. Estos profesionales de la
región han mostrado su rechazo a
estos cambios y no descartan
llegar a las movilizaciones si no se
atienden sus reivindicaciones. |