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Noticia original
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LAS TUTORÍAS Una mirada sobre cada
alumno |
La LOE reforzará las
tutorías incentivará a los profesores que las ejerzan
Incentivará a los profesores
que las ejerzan
Tiempo, espacio y dedicación
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El anteproyecto de Ley Orgánica
de Educación (LOE) consolida la acción tutorial y establece que se
reconocerá a los profesores que ejerzan esta labor con incentivos
laborales y económicos. El objetivo es profesionalizar esta tarea y
tener una visión integral del desarrollo educativo que se ejerce
sobre cada alumno. |
MARTA AGUIRREGOMEZCORTA - Madrid |
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La LOE reforzará
las tutorías y establece que se incentivará a los profesores que las
ejerzan |
- Es preciso que exista una
figura que tenga una visión integral de la tarea educativa
- Los tutores trabajan codo
con codo con los equipos de orientación de los centros
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El Ministerio de Educación se ha propuesto en la nueva Ley Orgánica
de Educación (LOE) reforzar la función de las tutorías y
departamentos de orientación de los centros educativos para ofrecer
una mejor atención y prevención integral a los alumnos.
La ley establece que se reconocerá a los profesores que ejerzan de
tutores "mediante los oportunos incentivos profesionales y
económicos". Lo que se pretende es que la tutoría pase a ser una
tarea profesionalizada como lo es, por ejemplo, la dirección de los
centros educativos, señala el subdirector general de Ordenación
Académica del Ministerio de Educación, Juan López.
Actualmente, las tutorías están concebidas para atender de manera
integral los problemas, de cualquier índole que les surjan a los
estudiantes. Los profesores tutores se reúnen con los alumnos una
hora a la semana, dentro del horario escolar, para tratar temas de
disciplina, orientación, integración o convivencia. Como quiera que
los estudiantes tienen distintos profesores para cada asignatura, es
preciso que exista una figura que tenga una visión integral de la
tarea educativa que se está ejerciendo sobre cada chico. Y esa
responsabilidad está previsto que recaiga sobre el profesor tutor.
Este profesional es además el puente entre el resto de los
profesores y el alumno y entre la familia y el centro. A ellos han
de dirigirse los docentes y las familias cuando quieren hablar de la
situación determinada de un chico. Los profesores tutores han de
velar para que se tomen las decisiones adecuadas que palíen los
problemas académicos y personales de los chavales. Además, debe
dirigir la sesión de evaluación cuando los profesores se reúnen para
poner las calificaciones a los alumnos.
La nueva ley no detalla cómo se reforzarán las clases de tutoría, ni
cómo se resolverán los "incentivos profesionales y económicos". Son
las comunidades autónomas a las que corresponderá poner en marcha
esa medidas.
Hasta la fecha, muchos profesores de secundaria se han mostrado
reacios a asumir el papel de tutor. Consideran que ellos son
profesores de matemáticas o de lengua, pero que no tienen por qué
saber tratar de temas tan variopintos como desarrollo emocional,
capacidad de relacionarse con los demás, o formas de enfrentarse a
nuevas situaciones (aspectos, entre otros, que son abordados en esta
clases).
"El gran problema es que el profesorado de secundaria no ha sido
preparado psicopedagógicamente para transmitir conocimientos no
específicos de su materia", señala el profesor de Psicología
Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid,
Gerardo Echeito. No se les ha formado y se resisten a ser tutores.
"Por eso es tan importante que las administraciones reconozcan este
papel como forma de incentivar a los docentes para que lo asuman",
prosigue Echeito. "Porque, sin duda, es más fácil no ser tutor que
serlo", se quejan la mayor parte los docentes.
Otras de las medidas que estudia el ministerio para incentivar la
acción tutorial consiste en reconocer a los tutores el trabajo
previo a las clases de tutoría, de tal forma que sean dos las horas
reconocidas de tiempo empleado. También se está planteando que en
vez de un tutor por cada clase, existan dos para atender al grupo de
alumnos. Sería una manera de descargar el trabajo de estos
profesionales. Ésto ya existe en algunos centros con un alumnado
procedente de contextos desfavorecidos. También en los programas de
diversificación curricular los alumnos tienen dos tutores, el de su
clase ordinaria y el específico para diversificación. En estos
programas adaptados a las capacidades del alumno la labor del tutor
de esos grupos es fundamental, pues es el encargado de comprobar la
asistencia a clase, de hacer un seguimiento de los deberes, o de ver
si han traído el chándal porque hoy toca gimnasia... En otras
palabras, de estar sobre ellos.
En primaria la acción tutorial la ejerce el maestro, que imparte la
mayoría de las asignaturas. Pero en secundaria, donde los
estudiantes tienen entre 8 y 10 profesores, la figura del tutor "se
hace imprescindible", señalan los expertos. "Es una etapa complicada
donde no se puede descuidar una parte de la vida de los estudiantes,
pues puede convertirse en una fuente de conflictos", señala Echeito.
Fue la Ley General de Educación de 1970 la que recogió por primera
vez el concepto de tutoría dentro del sistema escolar. Más adelante,
la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE),
de 1990, concedió rango legal a la tutoría como una función
inherente al cargo de profesor. Esto significaba que todos los
docentes debían ser tutores en su materia aparte de que existiese un
tutor de grupo.
Las tutorías pueden ejercerse sobre grupos completos pero también
sobre grupos reducidos o incluso individuales. "Las tutorías
personales son fundamentales", señala Dolores Dolz, experta en
programas de orientación y responsable de Educación de IU. "Y, en
cambio, están menos previstas en la organización normal de los
centros, se llevan a cabo de manera más precaria". En estas tutorías
personales, cuenta Dolz, los alumnos se acercan al profesor para
plantearle problemas de todo tipo. "Los chicos tienen que confiar en
ti y lo que pretenden es que el tutor les ayude, ya que es el primer
interlocutor para que ellos puedan ejercer sus derechos", señala
Dolz.
Los tutores trabajan codo con codo con los departamentos de
orientación de los centros. Y son estos departamentos los que
elaboran un plan de acción tutorial. En primaria existen equipos de
orientación externos a las escuelas, pero en secundaria es
obligatorio, por ley, que haya un departamento de orientación en
cada instituto. Los planes que desarrollan suelen ser de carácter
preventivo (drogadicción, sexualidad, convivencia con los
compañeros, autoestima), pero también se actúa cuando surge un
problema específico. En este sentido, otra de las cuestiones que se
plantea el ministerio para reforzar las tutorías es aumentar el
número de orientadores en los centros educativos.
Uno de los platos fuertes de las clases de tutoría, sobre todo de
los últimos cursos, debe ser la orientación académica a los alumnos.
El tutor debe ayudar a los estudiantes a evaluar sus capacidades y a
tomar decisiones que repercutan en su futuro académico.
En general, las clases de tutoría vienen a ser algo así como una
especie de terapia de grupo. "En muchas de estas clases lo que se
pretende es que los alumnos participen, den su opinión, ya que en
muchas asignaturas no lo hacen". "Como en muchos otros aspectos",
cuenta Delia Uzábal, psicopedagoga en el instituto Príncipe Felipe
de Madrid, "hay tutorías que funcionan muy bien y consiguen que el
grupo hable y otras en las que no hay manera". |
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Tiempo,
espacio y dedicación |
Cuenta Dolores Dolz, profesora y responsable de Educación de IU que
la función tutorial necesita tres cosas: tiempo, espacio y una
dedicación especial. "Quien asume una tutoría debe disponer de
tiempo y eso se consigue, por ejemplo, teniendo un grupo menos de
alumnos a tu cargo", señala.
En cuanto al espacio, Dolz asegura que la acción tutorial ha de
estar contemplada dentro del horario lectivo. "Es insuficiente
disponer de una hora, porque además de tener que atender a las
familias y coordinarse con el equipo de orientación del centro, hay
que escuchar a los alumnos individualmente, y esto es tan importante
o más que la acción colectiva", dice.
Los expertos ven fundamental que exista un programa establecido para
las clases de tutoría, igual que lo hay para la clase de historia o
matemáticas.
A principio de curso, por lo general, las clases de tutoría sirven
para que alumnos y profesor establezcan dinámicas de grupo con el
objetivo de mejorar la convivencia y la integración. El tutor debe
ser el que lidere el proceso de elección de delegado de curso por
parte de los alumnos.
Más adelante, estas clases deben abordar distintas cuestiones: cómo
mejorar los hábitos de estudio y el rendimiento escolar e insistir
en la importancia de la autoestima y la resolución de conflictos
entre los compañeros de una misma clase.
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