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Millones de persona en todo el mundo se manifiestan a
favor de la paz y en contra de la guerra
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(Estrella Digital) - |
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Manifestación contra la guerra
de Irak
Otra
protesta masiva con el "no a la guerra" por bandera |
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La
manifestación multitudinaria contra la guerra volvió
ayer a reunir a unas 5.000 personas. De nuevo se ha
producido una respuesta masiva con el lema Paremos la
guerra contra Irak. Un manifiesto poético puso fin a
la protesta celebrada entre el Mercado Chico y la
Subdelegación del Gobierno. |
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Manifestación en el Mercado
Grande |
El lema más escuchado fue el No a la guerra, pero
también se coreó el grito de ¡No más sangre por
petróleo!, Esta guerra la vamos a parar o Paz sí,
guerra no. Dirigentes y representantes de partidos
políticos, sindicatos y organizaciones no
gubernamentales fueron parte de la masiva protesta,
que se inició a la una menos cuarto en el Mercado
Chico y terminó pasada la una y media de la tarde. El
ambiente primaveral y de buen tiempo era la diferencia
respecto a la manifestación que con el mismo recorrido
se celebró el 15 de febrero.
En otra parte de la manifestación, música de dulzaina
y tamboril, junto a pancartas de partidos y otras
confeccionadas manualmente. Los escritores Miguel
Ángel Velayos, María Blanco y José Carlos Velázquez
pronunciaron un manifiesto poético, tras el que algún
orador espontáneo también manifestó su protesta contra
el posible ataque de Estados Unidos a Irak. Al final,
los convocantes recordaron que si comienza la guerra
habrá nuevas manifestaciones de protesta.
La manifestación fue convocada por el Colectivo
Abulense por la Paz (Capaz), CCOO, UGT, STEs, PSOE, IU,
Movimiento de Jóvenes de Acción Católica, Comisión del
0,7%, Proyecto Cultura y Solidaridad, Sodepaz,
Hermandad Obrera de Acción Católica, Juventud Obrera
Cristiana y Sindicato de Estudiantes.
Carlos de Miguel |
MULTITUDINARIO
''NO A LA GUERRA'' |
www.avilared.com
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Alrededor de 5.000
personas, según la estimación de los organizadores,
han secundado la convocatoria efectuada por una docena
de organizaciones políticas y sociales en favor de la
paz y contra la previsible incursión armada en Irak.
Con ausencia de incidentes, los manifestantes han
coreado gritos como "Haz el amor y no la guerra",
"Esta guerra la vamos a parar" y "Menos armas, más
educación".
En una jornada soleada y con una temperatura
agradable, la movilización transcurrió en un ambiente
festivo. En cabeza de la manifestación se situaron
varios jóvenes pertenecientes a diversos colectivos y
organizaciones no gubernamentales, que sujetaron entre
sus manos la pancarta con el lema de la protesta,
"Paremos la guerra contra Irak".
Además, "La paz es el camino", "No más sangre por
petróleo" y "Paz sí, guerra no" fueron otros de los
enunciados que pudieron leerse en las diferentes
pancartas desplegadas por los asistentes a la
manifestación, donde también se gritaron consignas en
contra del apoyo del Gobierno español a la política
belicista de la Administración de EEUU.
Con una participación similar a la registrada en la
protesta del pasado 15 de febrero, la movilización
comenzó en el Mercado Chico, frente al Ayuntamiento de
la capital. El recorrido concluyó a las puertas de la
Subdelegación del Gobierno. Varios jóvenes poetas
abulenses fueron los encargados esta vez de leer un
comunicado contra la guerra, que finalizó con la
frase: "Hemos venido a defender la vida con
mayúsculas".
A la convocatoria se sumaron el Colectivo Abulense por
la Paz, CCOO, UGT, Izquierda Unida, PSOE, Movimiento
de Jóvenes de Acción Católica, Comisión 0,7%, Proyecto
Cultura y Solidaridad, Sodepaz, Hermandad Obrera de
Acción Católica, Juventud Obrera Cristiana, Sindicato
de Trabajadores de la Enseñanza y Sindicato de
Estudiantes. |
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León volvió a
expresar su frontal rechazo a la guerra |
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«Todos al suelo, que
viene Bush», fue el gesto unánime con el que culminó la
manifestación de ayer en contra de la probable guerra en
Irak. 15.000 personas, según la organización, y 7.000,
según la policía, acudieron a la convocatoria del Foro
Social, una de las más multitudinarias de todo el país.
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LEÓN. Marco Romero
Redacción
«Los falsos gobernantes, enemigos de la libertad y de la
paz mundial, son permanentes depredadores de los derechos
humanos; utilizan la fuerza para sostenerse en el poder
sólo para estar y decir que son los que gobiernan». La
reflexión es de Rubén Abel Sosa Kusli, escritor argentino
autobatizado como el rey de la paz y uno de los miles de
participantes que acudieron ayer a mediodía a la
multitudinaria manifestación contra la intervención
militar de Estados Unidos, España e Inglaterra en Irak.
«Se dicen defensores de la paz y de la seguridad, pero los
hechos demuestran que son depredadores del derecho a
existir», añade el que también se dice llamar Apóstol
Perón II.
Un amplio dispositivo policial vigiló el transcurso de la
mañana en las calles céntricas de la ciudad, por donde
caminaron pacíficamente más de 10.000 personas, en una
convocatoria especialmente numerosa para las
circunstancias que gravitaron sobre la jornada: sábado por
la mañana y buen tiempo.
Hubo gaitas, tamborradas y mucha animación, como la que
estimularon los abuelos de la marcha, envueltos en
pancartas con el lema «No a la guerra» y, alguno de ellos,
con un megáfono que utilizó reiteradamente para llamar
«asesinos» a quienes defienden la intervención bélica en
Irak como respuesta a la dictadura de Sadam Husein.
La cabeza de la manifestación siguió el mismo itinerario
que el pasado 13 de febrero, cuando salieron a las calles
alrededor de 20.000 personas en una convocatoria
considerada histórica en la ciudad. La de ayer, menos
numerosa, contó con los responsables de los principales
partidos políticos, excepto el PP, de los sindicatos
mayoritarios y de la comunidad educativa. «Donde están, no
se ven, los cachorros del PP», fue una de las frases más
gritada durante todo el recorrido. Al acto también se sumó
con pancartas identificativas un nutrido grupo de
activistas ecologistas de Greenpeace.
Miembros de Juventudes Socialistas de León repartieron
pasquines y movilizaron a una gran parte de los jóvenes
que acudieron a la cita. «Por haber conseguido su excusa,
le damos a Bush dos regalos: un poco de chapapote por si
quiere más petróleo y una galleta por si quiere matar a
alguien», concluye uno de los panfletos entregados en la
calle referido a la guerra «Bush-Ansar».
Una vez que la larga cola de manifestantes concluyó el
itinerario y se situó de nuevo en la plaza de la
Inmaculada -durante dos horas las calles del centro
quedaron cortadas al tráfico, sin que se generara una
mayor densidad en las vías alternativas_, la frase «todos
al suelo, que viene que Bush» se convirtió casi en una
orden para los presentes, que se sentaron en el asfalto
hasta que comenzó la lectura de los manifiestos, después
de un largo y unánime aplauso.
«Aznar, lameculos de Bush», «Contra las agresiones
imperialistas, Otan no», «Esto nos pasa por tener un
Gobierno facha», «Los de la acera, a la carretera» fueron
otras de las frases más leídas y escuchadas en la jornada
de ayer.
Una periodista, un catedrático, una representante de los
universitarios y un escritor fueron los encargados de
poner la voz al sentimiento unánime de rechazo a la
intervención militar en Irak. Coincidieron los discursos
en reprobar al presidente del Gobierno su empecinamiento
en no escuchar a la población y en mantener su intención
de participar de forma activa en la guerra.
La satisfacción fue el denominador común entre los
convocantes, quienes destacaron la elevada participación
en esta segunda convocatoria.
Al finalizar el acto y antes de que se comenzara a
disolver la manifestación, la sede de la Subdelegación del
Gobierno fue «decorada» con una pancarta que invitaba a
mantener el rechazo social al conflicto bélico.
«Están privando al pueblo de la esperanza de felicidad que
todos los seres humanos merecemos por mandato de Dios,
quien nos hizo a su semejanza para ser libres y dueños de
nuestro destino. Hombres gobernantes y hombres que tenéis
la misión de informar, cómo podéis ser tan cobardes», dice
Apóstol Perón II. |
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La Plaza Mayor vuelve a ser un clamor en favor de
la paz |
CASI 20.000 PARTICIPANTES,
SEGUN LA ORGANIZACION
- Poetas, escritores y
músicos lanzaron un mensaje contra la guerra en Irak
- Gritos contra Aznar,
el Gobierno y los "Bastardos Unidos", según Raúl Vacas
ISIDRO L. SERRANO
SALAMANCA 16/03/2003
Miles de salmantinos, 6.000 según la Policía Local y
alrededor de 20.000, según los organizadores, que
recordaron las cifras ofrecidas por el Ayuntamiento
durante algunos actos del 2002, abarrotaron ayer la Plaza
Mayor para gritar "no a la guerra" en un acto organizado
por el Foro Social en contra de la Guerra.

Una vez más, las cifras fueron lo de menos ante la
multitudinaria respuesta de los ciudadanos salmantinos que
se concentraron ante un gran pancarta que colgaba del
balcón principal del Ayuntamiento. Emiliano Tapia fue el
encargado de abrir un acto en el participaron poetas,
escritores y músicos que con su arte quisieron dar un
mensaje de paz.
Su primera frase, "todos los pueblos tienen los mismos
derechos" hizo sonar los primeros aplausos de las miles de
personas congregadas en la Plaza Mayor.
A lo largo de la noche, todos los participantes
reincidieron en sus argumentos por la paz. "El mundo es
hoy un grito casi unánime contra la guerra como recurso
para solucionar los conflictos", fue el más repetido.
El ambiente subió de tono cuando la escritora y ama de
casa Isabel Muñoz gritó que "el silencio es culpable y
siempre se vuelve contra nosotros", momento en el que toda
la Plaza lanzó al unísono un "no a la guerra" tan
explícito como sentido.
Entre gritos contra Aznar y el PP, fuero saliendo al
balcón del Ayuntamiento todos los participantes en el
acto. Especial fue también la intervención del folclorista
Gabriel Calvo, que entre los 30 conflictos armados
existentes en el mundo recordó el terrorismo de ETA y
animó a los presentes a gritar contra ella.
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Los segovianos reiteran en la calle su oposición a la
guerra |
Miles de personas escucharon el manifiesto leído
por el artista Luis Moro en la Plaza Mayor
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Miembros del
Foro contra la guerra portaban una pancarta en la
cabecera de la protesta
Fernando Sanjosé - Segovia |

La riada de ciudadanos llenó hasta los topes la
Avenida de Fernández Ladreda / JUAN MARTÍN |
Los segovianos
volvieron ayer a salir en masa a las calles de la
capital para mostrar su rotunda oposición a los planes
belicistas en Iraq, aunque la protesta no alcanzó las
cifras de participantes logradas en aquella ocasión.
Tampoco las valoraciones eran siquiera aproximada y
así, mientras que la Policía Local calculaba unas
6.500 personas, los organizadores hablaron de unas
12.000, las mismas que salieron el 15 de febrero.
Manteniendo
la comparación con la protesta de hace un mes, los
preparativos, en la Avenida de Fernández Ladreda,
parecían evidenciar un menor número de participantes,
aunque como en otras ocasiones, durante el tiempo en
el que la comitiva recorrió la Avenida, la presencia
de personas hizo crecer sustancialmente el grupo,
compuesto por miles de personas a su llegada a la
Plaza Mayor, en torno a las 19.50 horas la cabecera,
20 minutos después la parte final.
Una pancarta con el lema Segovia contra la guerra
tras la que se situaron varios miembros del Foro
contra la guerra, el colectivo surgido tras la primera
propuesta, abría la marcha. Los políticos, los
sindicalistas y los personajes públicos desaparecieron
de los primeros puestos y prefirieron situarse en
distintos puntos de la protesta. El protagonismo es
de los ciudadanos, señaló el candidato a la Alcaldía
por el PSOE, Pedro Arahuetes.
Por ejemplo, la práctica totalidad de los principales
responsables de IU en Segovia se situaban tras la
tercera gran pancarta con el lema Paz. No a la
guerra. Arahuetes, el secretario provincial, David
Rubio y el portavoz municipal, Ángel Fernando García
Cantalejo y otros representantes del PSOE se mezclaban
con la gente, como hizo el aspirante a la Alcaldía por
ASí, Javier Giráldez.
En medio de un ambiente festivo y lemas ya casi
tradicionales en los últimos días como No a la
guerra, No en mi nombre o No a la sangre por
petróleo, los manifestantes improvisaron otros como
el que pedía Gobierno español, dimisión o Bush
capullo, Aznar es hijo tuyo y con la animación de
malabaristas, zancudos e incluso un grupo de
dulzaineros y tamborileros, la marcha fue llegando a
la Plaza Mayor donde la megafonía esta vez si había
aparatos para amplificar el sonido reproducía el
sonido de la guerra: Aviones, explosiones y gritos
ambientaban el momento, mientras los primeros
manifestantes colaboraban a la puesta en escena
simulando protegerse del ataque agachados en el suelo.
Apelotonados ante el quiosco de la Plaza Mayor, los
participantes esperaron un largo rato antes de que el
artista segoviano, Luis Moro, tomara la palabra para
leer un manifiesto titulado Contra la agresión al
pueblo de Iraq.
En el texto se hacía una dura crítica a la política
imperialista de los Estados Unidos y se asegura que
el Gobierno español carece de legitimidad por actuar
contra la voluntad popular pidiendo la dimisión del
Ejecutivo.
De forma festiva, como había empezado, concluyó la
protesta en la que no se dieron incidentes de ninguna
clase y que, en Segovia, fue de nuevo una de las más
numerosas de la región.
El manifiesto de
los intelectuales y la acampada de los jóvenes
La manifestación de ayer no fue el único acto
contrario a la guerra en Iraq que se puso en marcha.
La artista plástica, Mesa Esteban Drake, recogía sobre
la marcha en la Plaza Mayor las primeras firmas de los
artistas locales pintores, escultores, escritores,
músicos, todos los artistas, matizó para acompañar
un manifiesto que en los próximos días se hará
público. Más vale un manifiesto a tiempo que una
guerra y queremos que se conozca nuestra adhesión y
nuestro rotundo no a la ilegitimidad internacional de
esta guerra, dijo Esteban Drake. Mientras tanto, un
grupo de jóvenes, sin más identificación, hacía
pública a través de la megafonía su intención de
realizar una acampada en las inmediaciones del
Azoguejo a partir de la media noche por lo que os da
tiempo a ir a por el bocadillo y la mochila,
explicaban. Niños, muchos niños y jóvenes, utilizaban
mientras y sucesivamente la megafonía del acto para
lanzar proclamas contra la guerra.
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HERALDO DE SORIA |
MOVIMIENTO POR LA PAZ |
Un grito de
paz une a 5.000 personas |
Miles de personas
salieron a la calle para clamar su rechazo a la posible
guerra en Irak y el deseo de que la crisis en Oriente
Próximo se resuelva de modo pacífico. |
J.A.C /
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J.A.C / C.F. Soria | Por
segunda vez en un mes, la ciudadanía proclamó en la
calle su repulsa a la posibilidad de una guerra en
Irak. Ruidosa y masiva, la nueva convocatoria del
Movimiento Ciudadano por la Paz se realizó bajo la
forma de una manifestación, frente a la concentración
del pasado 15 de febrero. Pero el "No a la guerra" del
acto de ayer fue acompañado por más gargantas, ya que
superó en 1.000 personas a los congregados hace un
mes. Hasta 5.000 personas, según los organizadores, se
unieron a la manifestación que discurrió entre la
plaza Mayor y la de Mariano Granados. Por su parte, la
Policía Local rebajaba la asistencia a 3.500
manifestantes.
Con globos, pegatinas y pancartas, la multitud se puso
en movimiento pasada la una de la tarde. Música y
eslóganes acompañaron una marcha en la que
participaron personas de todas las edades, desde
jóvenes a mayores y parejas acompañadas de sus hijos
pequeños. Antes de iniciar su recorrido, podía verse a
grupos de gente bajando por El Collado, apresurados
para encontrar hueco en el arranque. Otros esperaron a
lo largo del trayecto para fundirse en el conjunto,
después de contemplar un rato el acontecimiento.
La plaza de Mariano Granados fue llenándose
paulatinamente de manifestantes y aún faltaban por
llegar cuando el grupo de teatro La Bo-eme proclamó el
deseo de los congregados, resumido en el binomio "Que
nos dejen en paz, no a la guerra". En el tablado
dispuesto a la entrada de la Dehesa se desarrolló el
guión Pido la paz y la palabra, en el que participaron
diversas voces que representaban a otros tantos
sectores sociales, como los niños, las amas de casa o
los inmigrantes.
La reivindicación, agrupada en ese título con
reminiscencias del poeta Blas de Otero, se completó
con
la referencia pacifista de John Lennon, con el eslogan
dirigido a los líderes políticos "Dad una oportunidad
a la paz".
A pesar de que los preparativos de guerra parecen
acelerarse, los actores expresaron motivos para la
esperanza en un desenlace pacífico. "Han pasado seis
meses y la guerra no ha comenzado, el clamor por la
paz se extiende por el mundo", indicaron antes de
dirigirse a Bush, Blair y Aznar: "Escuchad nuestras
voces, contemplad nuestra rabia, nuestra rebelión por
la paz ¡rectificad ya!". .
Tras las negaciones ("no a cuantos intereses
inconfesables, aunque los sospechamos, no a los
gobernantes sometidos al poder extranjero, no a Sadam
Husein, por supuesto"), vino la afirmación de que
"otro mundo es posible". Así concluyó el manifiesto,
que frecuentemente fue interrumpido por gritos de
"Paremos la guerra" y "No a la guerra".
Entre las voces que se unieron al mensaje pacifista se
encontraban una niña, un ama de casa, un "urbanita" y
una mujer que hablaba en nombre del mundo rural. "A
todos los mayores que nos mandan, aquí y allí,
dejadnos vivir", pidió la niña. "Sé que otro mundo es
posible", reflexionó por su parte el ama de casa. Una
mujer en representación de los enseñantes recordó que
"tenemos una asignatura que se llama Educación para la
Paz" y, a continuación, un señor recitó un breve poema
sobre la libertad "sin fronteras en la tierra, sin
fronteras en el aire, sin fronteras en el mar".
"Uno mi voz a todas las voces por la paz, la justicia
y la solidaridad", afirmó quien hablaba por los
inmigrantes para lograr "un mundo mejor y sin
dictaduras". Desde el mundo rural, otra mujer explicó
que "no hay mayor agresión ambiental que esta guerra
anunciada" y aseguró su fe en el desarrollo sostenible
y "el respeto al medio ambiente". Finalmente, el "urbanita"
de Soria, como "ciudadano del mundo", abogó en defensa
de la convivencia y "el diálogo como medio de solución
de conflictos".
Parar la sociedad.
"Esperemos que ésta sea la última vez que tengamos que
manifestarnos", deseaba José Luis Hernando, uno de los
más activos del Movimiento Ciudadano por la Paz. Pero
no se pierde de vista que la guerra parece inminente,
y pese a que se sabe "que ya hay soldados británicos y
estadounidenses en la zona", es posible que si "se
declara oficialemente la guerra" el Movimiento se una
a una propuesta de colectivos antibélicos de otros
lares de cara a "parar la sociedad" por un día o unas
horas como protesta, aunque eso deberá estudiarse más
adelante y de todos modos "la sociedad también se
cansa, y no se si funcionaría una medida tan
contundente". De momento la respuesta superó lo que
esperaba incluso otro organizador, que antes de
comenzar la marcha comentaba que con 2.000 asistentes
"nos daríamos por satisfechos".
La multitud "engordó" hasta superar la
participación del 15-F.
C.F. Soria.
"En Alemania también hay manifestaciones", decía
Sandra, estudiante de Traducción e Interpretación en
Soria y natural del país centroeuropeo. "Pero no es
como aquí. Allí el Gobierno no expresa los deseos de
la gente". Y por eso ella se unió, como un granito de
arena más, a la manifestación soriana en contra del
ataque a Irak, con dos compañeras como Izaskun y
María, que el 15 de febrero no mostraron su opinión en
Soria pero sí en Barcelona y Zaragoza,
respectivamente. "Es una manera de que los de arriba
vean que somos la mayoría", comentó la segunda, que
coincidía con la mayoría de los que esperaban en la
plaza Mayor a que el río humano echase a andar hacia
la Dehesa.
Los comentarios de la plaza Mayor dudaban de que se
alcanzase el gentío de la concentración antibélica del
15 de febrero, pero como vaticinó Maruxa Arjona "se
irán apuntando según vayamos andando. A lo mejor hay
más gente hoy, porque en la anterior los que fuimos
éramos todos más o menos jóvenes y hoy se ve más gente
mayor", comentaba, y su pequeño Julio, de cinco años,
pedía también un globo para él. "No sé si nos harán
caso, pero nos manifestamos por la dignidad de estar
aquí", culminó la madre. Y se cumplió lo que dijo,
como se podía comprobar desde el pequeño escenario de
la entrada de la Alameda.
Tampoco era despreciable la cantidad de personas que
contemplaban el paso de los manifestantes en pleno
vermú, desde la plaza Herradores, aunque al menos
alguno de ellos se unió poco después.
El ambiente del centro de la ciudad fue de nuevo
festivo. Muchas camisetas y gorras con el mensaje
pacifista se vendieron, y los muchos globos de colores
y el sol daban un toque más animado que en la
iniciativa de hace un mes. "Yo he asociado los globos
a la inocencia de los niños", justificaba Lamberto de
Pablo con el cordelillo en la mano, que añadía además
que quería hacer buena la frase de que si algo se hace
en su nombre, como la posible guerra, "no contarán con
mi silencio". Junto a él, Andrés Millán expresaba
también que la manifestación significaría también una
forma de dar a entender "que no nos limitamos a seguir
lo que dice el Gobierno".
Cinco o seis.
El "¡No a la guerra!" se volvió a escuchar con fuerza
desde muchas bocas, así como otros gritos de protesta,
como "luego diréis que somos cinco o seis" o "Aznar,
capullo, manda a un hijo tuyo", y lucieron algunas
pancartas conocidas de hace unas semanas. La percusión
de la Bo-eme y un acto algo más breve que en la
concentración contribuyeron a que muchos, como los
jóvenes Lola, Ángel y Aviane, opinasen que se
divirtieron más ayer que el otro día "porque había más
movimiento". Los organizadores, claro, encantados.
Como dijo al final Jesús Bárez, uno de los habituales
en las reuniones del Movimiento Ciudadano de los
lunes, "ha estado cojonudo".
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El "No" a la
contienda bélica en Irak reúne a miles de zamoranos que
gritan consignas contra Aznar y Bush |
La manifestación transcurrió de forma pacífica desde la
Plaza de la Marina hasta la Plaza Mayor, donde el profesor
Lorenzo Pedrero leyó un manifiesto
Silvia Fernández
El
"No a la guerra" en Irak fue el grito unánime que se oyó
ayer por las calles más céntricas de la ciudad. Ocho mil
zamoranos -según la organización- y cinco mil
manifestantes -según datos de la Policía Municipal-
expresaron al unísono su oposición a una contienda bélica
con consignas de todo tipo y pancartas de diferentes
colores pero con el mismo lema, "No a la guerra". A las
ocho en punto -hora de la convocatoria- cientos de
personas se reunían en la Plaza de la Marina para
manifestarse. Representantes de diversos colectivos
sociales y un grupo de jóvenes portaban sendas pancartas,
una en negro y otra en color verde, y formaban la cabecera
de la manifestación. El recorrido por Santa Clara fue
lento, pero muy animado. Los zamoranos que acudieron a la
concentración no dejaron en ningún momento de gritar
consignas contra Aznar, Bush y Blair, los tres mandatarios
que apoyan la guerra contra Sadam Husein. La única parada
antes de llegar a la Plaza Mayor fue en la Subdelegación
del Gobierno, donde los ciudadanos corearon al unísono
"Qué valiente es tú presidente", consigna que estuvo
acompañada de gestos de rechazo.
En la Plaza Mayor continuaron los gritos de repulsa, hasta
que alrededor de las nueve de la noche el profesor y
articulista Lorenzo Pedrero comenzó a leer el manifiesto.
«Venimos para oponernos pacíficamente a la guerra de Irak»
-comenzó su discurso Pedrero- «con todas nuestras fuerzas,
con nuestras palabras y nuestras firmes convicciones de
que es mejor el diálogo y la democracia que el final de la
razón y el uso de la fuerza». «Venimos a decir clara y
rotundamente "No a la guerra"» -continuó el profesor
zamorano entre aplausos- porque «esta guerra puede hacer
saltar el mundo en mil pedazos, pero nosotros estamos
dispuestos a que estalle la paz». «Otros pondrán las
bombas» -prosiguió el manifiesto- «otros conducirán los
misiles de la muerte», pero «nosotros No porque estamos
pública y declaradamente por la Paz».
Constantemente interrumpido por aplausos, Lorenzo Pedrero
pudo continuar con su discurso para solicitar al Gobierno
español que «escuche a la ciudadanía», al menos que quiera
que «los hoy pacíficos manifestantes, dentro de unos
meses, acudan a reclamar justicia en los tribunales
internacionales por el abuso de nuestros dirigentes».
«¿Quién
puso en su programa que íbamos a meternos en este horrible
espectáculo de sangre?»
Entre botes y gritos de los manifestantes, Lorenzo Pedrero
prosiguió su alocución con un emocionado recuerdo para
«esos niños iraquíes que pensarán que han llegado los
Reyes del cielo o que le han venido a tirar botes de leche
y lo que les cae encima de sus bocas abiertas es la
pólvora». También hubo reproches para el Gobierno de Aznar.
«Es posible» -se preguntó- «que nuestros dirigentes
solamente nos consideren ciudadanos en la hora de votar»,
«¿quién puso en sus programas que íbamos a meternos en
este horrible espectáculo de sangre?», apostilló. «Para el
señor Bush, Blair y Aznar qué son las mayorías», se
interrogó Pedrero, «qué es la sociedad civil, qué es el
pueblo».
Lamentó, asimismo, que desde el Ejecutivo español se
ataque a Francia y Alemania por no apoyar la guerra y
volvió a preguntarse si alemanes y franceses «son unos
golfos», «qué somos nosotros», «cuáles son nuestros
intereses». La respuesta llegó un poco más adelante: «los
pozos petrolíferos van a ser americanos y a nosotros nos
van a regalar el chapapote». La diatriba alcanzó también
al todopoderoso presidente norteamericano. «Resulta muy
difícil ver a Bush», apuntó, «como un defensor de las
libertades (...), nadie se lo puede creer (...), no
recuerdan ustedes que a Sadam lo colocó la CIA en su
sillón de dictador (...), quién desarma a los que lo arman
a él». |
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www.valladolidestrella.com
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Más de 70.000 personas se manifestaron este fin de semana
en Valladolid contra la guerra |
El rector de la Universidad de Valladolid,
Jesús María Sanz Serna, fue el encargado de leer
un comunicado al final del recorrido, para
manifestar el rechazo de "cualquier
participación directa o indirecta de España" en
un conflicto bélico con Irak |
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Más de 70.000
personas, según los organizadores, y según la
Policía más de 25.000, participaron el fin de
semana en Valladolid en la manifestación en
contra de una guerra en Irak convocada
conjuntamente por dos plataformas ciudadanas.
La marcha comenzó en la Plaza de Colón,
recorrió varias calles del centro de la
ciudad y la cabeza de la manifestación llegó
al final del recorrido, en la Plaza Mayor,
una hora después, aproximadamente,
aunque muchos de los manifestantes estaban
aún en el inicio.
Una
pancarta con el lema de "No a la guerra"
encabezaba la manifestación, convocada
por estas plataformas que integran distintos
colectivos. |
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La pancarta la
portaban, entre otros, los responsables
regionales del PSOE, Angel Villalba, y de
Izquierda Unida, José Luis Conde, junto a
representantes de sindicatos, asociaciones
vecinales y partidos nacionalistas castellanos.
El rector de la Universidad de Valladolid,
Jesús María Sanz Serna, fue el encargado de leer
un comunicado al final del recorrido, para
manifestar el rechazo de "cualquier
participación directa o indirecta de España" en
un conflicto bélico con Irak.
Sanz Serna dijo que "los recursos económicos
billonarios" que se emplearían en una guerra en
ese país asiático, podrían emplearse para ganar
"otras guerras", como las del "hambre, la
enfermedad y el analfabetismo".
Una guerra en Irak incrementaría en todo el
mundo la "inseguridad" y el "terrorismo
internacional", advirtió el rector.
El secretario general del PSOE en Castilla y
León, Angel Villalba, declaró a los
periodistas que los manifestantes de esta
Comunidad Autónoma "están pidiendo al PP",
incluido el presidente regional de este partido,
Juan Vicente Herrera, que "deje ya su absurda
postura de servilismo" hacia el presidente de
Estados Unidos, George Bush.
"La ruptura en la Unión Europea" sobre este
conflicto, ante las posturas divergentes que
mantienen gobiernos como el de España y el Reino
Unido con otros como los de Alemania y Francia,
"puede lesionar los intereses de España y de
Castilla y León", añadió Villalba en alusión
a materias como la negociación de la nueva
reforma agraria y de los fondos europeos para
regiones menos ricas.
El PP "se aleja definitivamente de los
ciudadanos de Castilla y León", concluyó el
responsable socialista.
Por su parte, el coordinador de Izquierda
Unidad en Castilla y León, José Luis Conde, dijo
que si finalmente "estalla" una guerra, "habrá
que pedir la dimisión" del presidente del
Gobierno español, José María Aznar.
Conde aseguró que muchos dirigentes del
Partido Popular "están en el armario, pero
tendrán que salir" y entonces "los delfines" de
este partido se convertirán en "orcas" que
"devorarán" al presidente del Gobierno y de los
populares.
Al respecto, José Luis Conde afirmó que esos
dirigentes populares han pedido a Aznar que se
presente en las próximas elecciones generales,
porque "es el responsable de la situación en la
que está dejando a su partido". |
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EL PAÍS |
España - 16-03-2003
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La calle clama de nuevo contra la guerra

Cientos de
miles de personas reclaman a Aznar por segunda
vez en un mes que opte por la paz
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Pocas
causas tienen gancho suficiente para movilizar la
sociedad dos veces en un mes. Pero el rechazo a la
guerra lo consiguió ayer en España. A la
movilización sin precedentes del 15 de febrero
pasado sucedieron ayer movilizaciones masivas,
aunque con menor participación popular que en la
anterior ocasión. En Madrid, el premio Nobel de
Literatura José Saramago emocionó a la muchedumbre
al advertir a George Bush, Tony Blair y José María
Aznar que con su belicismo han generado una nueva
potencia planetaria, "la opinión pública", que
está decidida a no dejar en paz a los que quieren
la guerra. En Barcelona, decenas de miles de
personas formaron una cadena humana contra la
guerra.
Cientos de miles de
personas renovaron ayer en toda España su protesta
ciudadana contra la guerra en Irak y a favor de
una solución pacífica para el desarme de Sadam
Husein. Sin embargo, las calles de las ciudades
españolas no llegaron a inundarse por la avalancha
humana sin precedentes que hace exactamente un mes
exteriorizó el rotundo rechazo ciudadano a un
ataque armado contra el régimen iraquí.
La mayor parte de
las protestas se organizaron con fórmulas
distintas, por lo que no son comparables. Valencia
optó por una concentración amenizada por un
concierto. En Barcelona se formó una cadena humana
que, por la afluencia de personas, se tornó en
práctica manifestación. Sevilla prefirió organizar
una marcha hacia la base de Morón.
En Madrid, a
cambio, los organizadores optaron por el mismo
recorrido y el mismo horario, desde Atocha a la
Puerta del Sol a partir de las seis de la tarde.
Los manifestantes les hicieron poco caso y, en su
mayoría, prefirieron desplazarse directamente al
final de la marcha, entre Cibeles y Sol, y por
acudir más tarde, a partir de las siete.
Los que optaron
por ir tarde y directamente al final de la marcha
tenían un perfil similar al de la marea humana de
hace un mes: familias con niños y personas que
acudían en pequeños grupos de amigos. Se
apelotonaron en Sol para escuchar al premio Nobel
de Literatura José Saramago, que escribió y leyó
el comunicado final.
Los que hicieron
la manifestación según el guión, es decir, desde
Atocha, mostraban un perfil político más definido.
Entre estos últimos había pocos manifestantes sin
pancarta, gran cartel o bandera. Además de
proclamas contra la guerra, las había en contra de
José María Aznar, al que reclamaban: "Quédese,
porque tiene que responder", y a favor de los
sindicatos y partidos convocantes. Ahí no faltaban
las banderas republicanas y se corearon gritos
históricos. Esta cola de la manifestación no
olvidó repetir las proclamas con más historia. No
faltó el "OTAN no, bases fuera", trufada por otra
tan poco sutil como "Gobierno dimisión por
fascista y por cabrón".
En todo caso, la
concentración humana no fue comparable. La suma de
las estimaciones del Gobierno sobre manifestantes
para el conjunto de España ronda los 700.000. Los
organizadores, mientras, elevaron esa cifra hasta
tres millones.
La discrepancia
sobre las cifras se repitió en todas y cada una de
las ciudades. En todas, también, ambas
estimaciones quedaron muy por debajo del clamor
ciudadano del 15 de febrero contra la guerra. Es
cierto que hoy esa confrontación bélica parece más
cercana, y que la concentración de ayer ocurrió la
víspera de una reunión entre George Bush, Tony
Blair y José María Aznar que, posiblemente, fije
en esta misma semana el ultimátum para el inicio
del ataque. Pero también es cierto que la guerra
parece ya inevitable.
En Barcelona, la
cadena humana que unió los cuatro kilómetros que
separan el Consulado de los EE UU de la sede del
PP, junto a la avenida Diagonal, se convirtió en
una enorme y festiva manifestación, aunque también
mucho menos multitudinaria que hace un mes. Claro
que ayer los barceloneses vieron cubierta su
cadena humana por una persistente y fría lluvia.
Paralelamente, en la misma Diagonal, más de un
millar de manifestantes de siete asociaciones
formaron con sus cuerpos el eslogan: "¡Guerra
No!".
En Valencia
también llovía, lo que obligó a los músicos que
debían amenizar a los concentrados en el Paseo de
la Alameda a interrumpir su concierto. Además,
hacía frío. En Alicante los concentrados
estuvieron acompañados de artistas locales que
pintaron murales que copian el Guernica de
Picasso.
En Sevilla se
fueron a Morón para protestar contra las bases. Y,
según los convocantes, la suma de todos los
concentrados en las capitales de las cinco mayores
ciudades andaluzas asciende a 132.000 personas.
En Bilbao,
mientras, la marcha contra la guerra discurrió en
un ambiente lúdico y festivo con la participación
de políticos de IU, PSE y PNV, incluida la
vicepresidenta del Gobierno vasco,Idoia
Zenarruzabeitia. Hace un mes, los socialistas
vascos prefirieron una concentración distinta para
no coincidir con los nacionalistas. Ayer, para
animar la marcha, seis manifestantes disfrazados
de aviadores, con alas y todo, hicieron una
pequeña simulación de vuelo sin motor y una de las
aeronaves humanas simuló la caída de una
bomba: un bote de humo adosado a las alas.
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