STEs Castilla y León►Mujer |
"MIS EXPERIENCIAS COMO MUJER EN SITUACIONES DE CONFLICTO" |
En países que sufren bloqueo o embargo económico y guerras, toda la población sufre en extremo, pero para los grupos más débiles (niñas y niños, gente enferma, ancianas y ancianos…) y los más desprotegidos o que gozan de menores privilegios sociales (mujeres, pobres, algunas etnias, etc.) la situación acaba siendo muchísimo más dramática. En este artículo quiero dar algunas pinceladas, muy personales y basadas en mi propia experiencia, de la situación de la mujer en estos casos en general y también en países en donde se han llevado a cabo procesos revolucionarios. Lo voy a hacer desde un profundo respeto a las personas que se esfuerzan día a día en todo el mundo para cambiar y mejorar este planeta y esto me obliga a hacerlo desde mi mayor sinceridad. He trabajado y, en algunas ocasiones, he participado sobre el terreno en solidaridad y en diferentes procesos revolucionarios de algunos países como en Nicaragua, donde colaboré aproximadamente un año en programas de salud después del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional. En El Salvador, durante la guerra de liberación, en una zona de “control” del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional ( Cerro del Tigre-Las Marías), donde estuve tres años colaborando como sanitaria en la guerrilla. También conocí, aunque en viajes solidarios más cortos, Cuba y Guatemala. Y, más recientemente, Irak, en un corto pero intensísimo viaje, formando parte de la “V delegación del Estado español a Irak”. En todas estas ocasiones he podido comprobar la entregada y comprometida participación de la mujer, tanto en los procesos revolucionarios y de reconstrucción después de una guerra de liberación nacional (aunque resistiendo todavía una guerra de agresión en el norte del país, en la Nicaragua de los 80), como en la lucha guerrillera (El Salvador), y, también resistiendo e intentando construir a pesar de encontrarse en una situación extremadamente difícil de bloqueo y amenaza de guerra (Cuba e Irak). Algo que he comprobado en todas estas situaciones de guerra y agresión en los diferentes países a los que he viajado es la abnegada entrega de las mujeres en todas las necesidades que los diferentes procesos requerían. Su pronta y ejemplar organización en todas las áreas y sectores sociales, políticos e incluso militares con una dedicación, responsabilidad y eficacia que nada tenían que envidiar a los hombres (muchísimo más preparados “teóricamente” para manejarse en esos campos históricamente reservados para ellos). Incluso, en ocasiones, eran ellas los motores y artífices del impulso de reconstrucción del país y sobre sus hombros recaía la responsabilidad de que eso se hiciera realidad En los movimientos de liberación nacional que he conocido, también he podido observar, que, a pesar de la fuerte presencia tanto en número como en compromiso y participación de las mujeres en todos los sectores tanto de la sociedad civil como de la guerrilla, las reivindicaciones de las mujeres nunca eran “prioritarias”. Es algo así como decir: “si, compañera, usted siga dando y… dándolo todo…, que tal vez algún día…, si se tercia…, recibirá un poquito”. Se diseñaban teorías y metas muy ambiciosas para “la mujer”, pero mientras tanto, en la práctica, la educación para la nueva sociedad que se quería lograr, cojeaba de atender incluso nuestras más acuciantes necesidades. Pero a pesar de eso, las mujeres han seguido y seguimos estando presentes con fuerza y valentía incluso detrás de las trincheras y soportando bombardeos. Otro denominador común que me ha llamado la atención, es como en esas situaciones y ante las crisis sociales y sobre todo económicas y humanitarias generadas por las agresiones, son las mujeres las primeras que han de sufrir un paso atrás en sus cuotas de participación y desarrollo laboral, social y cultural. Pongo por ejemplo el caso de Irak (que como todos sabemos poseen las segundas reservas petrolíferas mundiales, después de Arabia Saudí) y como, desde la Asociación de Mujeres iraquíes, nos explicaban que los doce años de bloqueo impuesto por USA con el beneplácito de la comunidad internacional, han supuesto un fuerte retroceso en el desarrollo general de la sociedad y, por lo tanto, ellas se han visto gravemente afectadas como mujeres (de los 23 millones de iraquíes el 50% son mujeres), ya que han pasado, de ser una sociedad moderna, altamente urbanizada, económicamente desarrollada y altamente diversificada, insertada en la economía mundial y en la que la mujer disfrutaba de una elevada participación en todos los sectores y niveles de responsabilidad de la vida social, económica y cultural del país (según nos explicaban, Irak estaba entre los países árabes en los que la mujer había alcanzado mayores cuotas de desarrollo individual y de emancipación familiar), a, en poco más de una década, soportar un importante y dramático retroceso en sus logros. Ahora, posiblemente les quede aún por soportar otra guerra inmoral e injusta, con fuertes bombardeos (tal vez de nuevo con uranio norteamericano) y terribles asaltos a sus ciudades y pueblos. Tal vez también les queden por afrontar nuevos éxodos en busca de un hueco donde poder sobrevivir. Pero ahí las seguiremos viendo, entregadas y valientes luchadoras, para seguir creando vida y más vida aunque tenga que ser encima de la muerte.. |
Vicenta Gimeno Lluch . Membre del Moviment per la Pau de la Marina Alta |