Los efectos de la crisis financiera
son claros. Con la complicidad de los gobernantes actuales, de la
Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI, las
instituciones financieras que están en el origen de la crisis se
enriquecen y especulan con la deuda de los estados. Más
generalmente, los dirigentes de las empresas privadas aprovechan la
situación para lanzar ofensivas demoledoras contra una serie de
derechos económicos y sociales de la mayoría de la población.
La reducción de los déficit
públicos no se debe hacer recortando los gastos sociales públicos
sino con el aumento de los ingresos fiscales, luchando contra el
gran fraude fiscal y subiendo los impuestos sobre el capital, las
transacciones financieras, el patrimonio y los ingresos de los más
acaudalados. Para reducir el déficit, hay que reducir igualmente los
gastos en armamento, así como otros socialmente inútiles y
peligrosos para el medio ambiente. En cambio, es fundamental el
aumento de los gastos sociales, en particular para paliar los
efectos de la depresión económica. Pero, más allá, hay que
considerar esta crisis como una posibilidad de romper con la lógica
capitalista y de realizar un cambio radical de la sociedad. La nueva
lógica que se ha de construir deberá romper con el productivismo,
integrar el factor ecológico, erradicar las diversas formas de
opresión (racial, patriarcal, etc.) y promover los bienes comunes.
Un nuevo sistema alternativo al capitalismo, un modelo social
diferente y autogestionario donde las necesidades de las personas
sean el centro y la medida de todas las cosas y establecer
relaciones igualitarias entre todas las personas independientemente
de su identidad sexual, origen o su situación administrativa.
Creemos que es necesario
construir un bloque antideuda, tanto a escala europea como local, a
fin de reunir las energías para crear una relación de fuerzas
favorable a la aplicación de soluciones radicales centradas en la
justicia social y climática. Por ello nos dirigimos a todos los
trabajadores y trabajadoras, en activo y desempleados, estudiantes,
pensionistas, colectivos de desahuciados, inmigrantes y componentes
de movimientos sociales para manifestar que:
Apoyamos la
convocatoria de Huelga General laboral, social, política y de
consumo del próximo 14 de noviembre, que debe ser el inicio de
un nuevo ciclo de movilización, planificado y organizado, capaz de
convertir en insoportable la presión sobre el gobierno hasta que le
obligue a acabar con los recortes. Hemos de comenzar a construir por
abajo un frente sindical, social y político contra los recortes y la
austeridad que incorpore también las reivindicaciones de movimientos
como el 15-M y el 25-S.
Continuamos
oponiéndonos a las políticas sindicales de concertación social
(representadas por CCOO y UGT) que tan desastrosas consecuencias han
traído durante años para la mayoría de la población. Reiteramos que
el referéndum no puede ser utilizado como un instrumento de
desmovilización ni mucho menos para solicitar un gobierno de
concentración nacional. La voluntad popular está sobradamente
expresada en las movilizaciones y en las calles.
Asistimos a una
monumental estafa, que debería tener consecuencias de enjuiciamiento
y cárcel de los culpables de esta situación. No estamos dispuestos a
que una deuda ilegítima creada por ellos mismos para empobrecernos y
precarizar nuestra vida sea la soga en nuestro cuello. Por ello
exigimos una auditoría de la deuda y la declaración de impago de
toda deuda ilegítima como primer paso para la aplicación de unas
políticas alternativas a las políticas de austeridad.
Rechazamos el
conjunto de medidas de carácter social y laboral, así como su
traslación a los respectivos presupuestos generales, que están
llevando a cabo los Gobiernos de España y de la Comunidad Autónoma
de Castilla y León
En definitiva, proponemos
la aplicación de una serie de medidas que den respuesta a las
verdaderas necesidades de las personas y pongan fin a las leyes y
decretos dictados desde el Gobierno y la UE:
-
Retirada de toda la
legislación y reformas aprobadas contra los derechos de la
población (Laboral, Negociación Colectiva, Pensiones, Reforma
Constitucional, Extranjería, Proyecto de Ley sobre el
aborto…). No a los recortes sociales y laborales.
-
Protección económica
suficiente a los millones de personas desempleadas. Exigimos una
Renta Básica que garantice alimentos, agua, medicamentos
(sanidad), libros (educación y cultura) y vivienda. Uso del
dinero público para la satisfacción de las necesidades de las
personas y no para pagar la deuda o rescatar bancos.
-
Protección ante los
desahucios. Moratoria hasta la salida de la crisis y programa
social de acceso a la vivienda.
-
Reparto del empleo,
reducción de la jornada laboral, reducción de la edad de
jubilación. Asimismo, exigimos el establecimiento de un salario
mínimo y una pensión mínima que permitan vivir dignamente.
-
No a las privatización
de los Servicios Públicos: Sanidad, Educación, Transportes …
Expropiación de las empresas que fueron públicas anteriormente y
que prestan servicios básicos a la sociedad (energía, trasporte,
telecomunicaciones, agua, etc…). Garantía de acceso universal
a los servicios públicos a las personas con y sin papeles.
-
Reparto del trabajo de
cuidados. Implementación y desarrollo de las ayudas a la
Dependencia.
-
Prohibición de los
ERE´s, horas extras, destajos y becas que ocultan puestos de
trabajo.
-
Reforma fiscal para que
paguen más quienes más tienen y aumento de la tributación de las
empresas y grandes fortunas. Persecución del fraude fiscal.
-
Banca Pública bajo
control social que permita el acceso a los recursos a las
familias de manera económica.
-
No pagar la deuda ni
sus intereses y devolución del dinero ya prestado a los bancos.
Auditoría de la deuda mediante un proceso participativo bajo
control ciudadano como paso previo a la anulación de toda la
deuda ilegítima.
-
Exigencia de
responsabilidades penales a los causantes de la crisis.
-
Libertad sin cargos
para todas las personas enjuiciadas con motivo de su militancia
sindical o social. No a la represión y su criminalización.
-
Su modelo de democracia
no nos vale. Apostamos por un nuevo modelo participativo y desde
abajo que defienda los intereses de las clases populares.
-
Abandono de una
política económica encaminada al crecimiento ilimitado y
sustitución por otra que se inscriba en los límites de recursos
de nuestro planeta. Afrontar decididamente las crisis
energética, climática y de biodiversidad, claves para la
supervivencia de millones de personas.
-
Manifestamos nuestro
desacuerdo con el creciente armamentismo y nos reafirmamos en el
NO a la OTAN.
-
Políticas de igualdad
efectivas para la total equiparación de hombres y mujeres, en
derechos y obligaciones, avanzando hacia el reparto del trabajo
productivo y reproductivo. Políticas de conciliación de la vida
personal y laboral.
Por todo ello, llamamos al
conjunto de los trabajadores y trabajadoras, personas en paro,
pensionistas, estudiantes, colectivos de desahuciados, inmigrantes,
y componentes de movimientos sociales para que participemos en los
procesos de debate y movilización para conseguir que la Huelga
general del 14 de noviembre sea eficaz y sea una huelga laboral,
social, política y de consumo y conseguir parar los recortes y el
saqueo de todo lo publico.
Asimismo hacemos un
llamamiento a todas las organizaciones políticas, sindicales y
sociales presentes en la Comunidad de Castilla y León y del Estado
español a que se sumen a la Huelga; y a seguir movilizándose después
del día 14 de noviembre, para darle continuidad a la Huelga General
y que esta consiga sus objetivos.
No somos los causantes de
esta crisis ni hemos generado la deuda de la que ahora nos exigen su
pago.
¡No debemos, no pagamos!.
STECyL-i
12 de noviembre de 2012 |