Opinión.-
Escuela Hoy |

El Presidente Rajoy se ha
enmarañado desde el inicio de la
legislatura en
ocultar la verdad con eufemismos,
incumplimientos y grandes recortes que
siempre negó. Prometió
superar esta crisis sin recortar y en los
primeros días de gobierno comenzó a aplicar
recortes antisociales congelando
el SMI en 641,40 euros (incumpliendo
la Carta Social Europea que España firmó en
1980), suprimiendo la ayuda de alquiler de
210 euros de gobierno, congelando el sueldo
de los empleados públicos que luego
diferentes Comunidades Autónomas han ido
bajando para “cumplir objetivos” del
gobierno.
Después aprobó mantener la jubilación a los
67 que tan duramente criticó el Sr. Rajoy en
su día, el aumento de jornada de los
empleados públicos, y el tantas veces negado
aumento de impuestos acabó gravando el 78% a
de las rentas del trabajo y solo un 22% de
las del capital o de las grandes fortunas.
Nada se anunciaba contra el fraude fiscal.
No se tocan las partidas impositivas de
Sucesiones y Donaciones, las SICAV, el tramo
autonómico de IRPF y los beneficios, regalos
y paraísos fiscales. Luego
llegaría la escandalosa amnistía fiscal donde
se deja un agujero de 63.000 milones de
Euros al Estado según Gestha, con más
38.500 millones de Euros anuales que no se
recaudan de lucha contra el fraude fiscal de
las grandes empresas.
Buscando reducir el sector
público con la excusa de ahorrar a favor del
privado que
no es ni más barato ni más eficaz, se
congelaron las oposiciones de las que en
principio negó que Educación y Sanidad se
vieran afectadas. Primero limitó la tasa de
reposición de efectivos y luego se
congelaron las oposiciones.
Desmantelando los derechos
laborales consolidados,
el Gobierno Rajoy pretendía hacernos creer
que una contrarreforma
laboral (que
abarataba el despido y facilitaba EREs en
todos los sectores, incluido el Sector
Público) era necesaria para crear empleo y
así la aprobó por Decreto. Poco después se
tuvo que desmentir así mismo pues el paro
seguía en un ascenso imparable de 5.639.500
de personas sin trabajo. Además, la
prioridad declarada en tiempos electorales
de crear empleo, se abandonaba por la
reducción del déficit de la tesis alemana
con la promesa insostenible de que todo iba
a mejorar.
En juego de malabares dialéctico con la
opinión pública prorrogaron
intencionadamente la presentación de los
Presupuestos Generales hasta pasada la cita
electoral andaluza. Esos
PGE contenían graves recortes de 13.400
millones de Euros cuya
consecuencia es la caída de un 1,7 del PIB. Este
recorte se cebaba en Educación con 2.220
millones de Euros y en Sanidad con 3.974
millones de Euros de
bajada presupuestaria, cuando se prometió no
tocar estas partidas. Una semana después, se
anunció un
nuevo recorte ocultado en todo momento por
el Gobierno en los PGE de 10.000 millones
Euros,
de los cuales 3.000 millones de tijeretazo
en Enseñanza sumado a los 625 millones de
Euros anteriores (RD
-ley 14/2012)
y 7.000 millones Euros en Sanidad. Se
trataba de justificar con falsedades y
pretendiendo convencernos de que no afectaba
al sistema. Se continuaba el
desmantelamiento de los Servicios Públicos
que se extendía con la liquidación de
empresas públicas y despidos.
Entre los eufemismos y
cambios de término para ocultar el alcance
de las medidas tomadas,
entre las que se encuentran
“racionalización” y “ajuste”, el gobierno
trataba de de caer bien a los mercados, al
Euro Grupo, al FMI y en no dañar al segmento
social más desahogado. Pero el acoso
financiero al Estado lejos de relajarse
aumentaba paulatinamente y mientras
tanto de las Arcas Públicas habían salido
115.000 millones de Euros con destino a la
Banca donde
81.000 millones se destinaban a avales,
19.300 millones a compra de activos y
15.000 millones de Euros al FROB.
La emisión de deuda aumentó
el 11,3 % en los PGE con 38.826 millones de
Euros con
una partida de intereses por vencimiento que
en 2012 es de 16.480 millones de Euros, y
que ha ascendido un 6 % por intervención
directa de las agencias de calificación.
El gobierno ocultó el pozo en
el que nos iba metiendo con la cantinela de
que todo iba bien porque “se hacían las
reformas que España necesita” aplicando toda
una batería de recortes antisociales.
Entonces estalló la crisis de Bankia que
inicialmente pedía 10.000 millones de Euros,
cantidad saqueada al Estado del Bienestar,
que luego ascendía hasta los 23.000 millones
de Euros. El Sr. Rajoy afirmaba en
cualquier comparecencia pública que “España
no va a ser rescatada, no lo necesita ni se
ha planteado” cuando no era cierto y en
Europa ya se estaba hablando. Incluso horas
y minutos antes de que el FMI y la UE
obligaran a Rajoy a aceptar el RESCATE, se
seguían negando con diversas alocuciones de
miembros del Gobierno (Mato, Soria, Cospedal,
de Guindos y Sáenz de Santamaría). El engaño
y el fraude no tienen parangón, cuando la
prensa lo anunciaba desde el viernes 8 antes
de la presión de los EEUU y el gobierno
confesaba esperar unas auditorías externas
(pagadas con dinero público) para tomar
decisión.
El 9 de junio España es el
cuarto país de la zona Euro que se acoge a
un rescate para salvar las cuentas de la
banca pedido
por el propio Gobierno cediendo a las
exigencias y presiones internacionales. Sin
explicaciones claras, con comparecencias
forzadas del ministro de Economía y debido a
la presión por el propio Presidente, se
trata de urdir una nueva artimaña. No se
utiliza la palabra
RESCATE para sustituirla por “línea de
crédito” con
el objetivo de hacernos creer que es un
rescate amable, blando y sin exigencias por
valor de 100.000 millones de Euros (la
cantidad más alta estimada por las agencias
de calificación). No
se admite que hubiera presiones cuando
la información de prensa y expertos dicen
todo lo contrario. Es más el propio Rajoy
confiesa que lleva meses trabajando para ese
RESCATE al que viste con otro traje para
confundir lo evidente: los
recortes eran parte del plan de rescate que
ya estaba aceptado de antemano.
Dice el Presidente "Hay
cosas que se comunican cuando ya se ha
tomado una decisión satisfactoria". Luego
admite que mientras tanto se ocultan o se
cambian de nombre ¿para quién son
satistfactorias?. ¿Para quién hemos de pagar
la factura? ¿Para Alemania?¿Para la UE, EEUU,
BCE o el FMI?
La trampa ahora está en la
letra pequeña, en las condiciones y en el
responsable del pago con la deuda pública
del RESCATE.
100.000 millones (10% del PIB) no se regalan
y por muy bajo que sea el interés del 3%
suponen 3.000 millones añadidos, es decir 34
veces el recorte educativo aplicado (103.000
millones). Lo niegan, pero todo RESCATE
según los expertos afecta a las condiciones
macroeconómicas. Por mucho que quieran
disfrazar la responsabilidad, el
Rescate le ha pedido el Estado puesto que el
FROB es un organismo público y no una
entidad financiera privada,
luego España ha de responder ante el mismo
se hagan cargo de devolverlo la Banca al
Estado o no. Aunque no sepamos la letra no
escrita de condiciones, la propia UE deja
claro en un comunicado que a partir de ahora
el cumplimiento del déficit y las “reformas”
serán estrechamente vigiladas y lo que antes
eran recomendaciones ahora son obligaciones
anunciadas hace tiempo y similares al
Rescate financiero de Irlanda que ha sufrido
siete recortes presupuestarios incluido el
despido de funcionarios, repago sanitario,
bajadas de salarios y subida de IVA Las
recetas por el momento para España para el
saqueo del Estado del Bienestar son: subida
de IVA, recorte de funcionarios, recorte de
pensiones y recorte de prestaciones por
desempleo. Todo ello sin descartar más
intervenciones y “agentes de negro”, pues la
deuda pública contraída antes del RESCATE
tiene vencimientos contraídos al 6%.
Es hora de pedir
responsabilidades por los engaños, las
falsedades y por la deuda contraída por un
RESCATE privado avalado con lo público y
aceptado por el Gobierno sin
dar explicaciones del proceso, ni de las
condiciones. La legitimidad social de un
cheque en blanco para lo que se nos puede
pedir no está avalada ni con mayorías
parlamentarias absolutas.
Redacción
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