Haciendo honor a sus orígenes
ideológicos, el
Gobierno del PP ha puesto en marcha una
ofensiva con la que aprovechar la crisis
económica para provocar una ruptura en
el modelo de relaciones laborales
democrático y de paso cargarse la
capacidad de los sindicatos y de la
negociación colectiva.
La
reforma laboral se basa en una
falsedad, se explica con
mentiras y se justifica con un
engaño |
La
ofensiva esta utilizando todos los
medios a su alcance. Unos son medios
democráticos – su mayoría absoluta en
las Cortes -. Otros, la falsedad, la
mentira y el engaño nos recuerdan los
peores momentos del siglo XX. Y suponen
no sólo un ataque frontal al derecho de
los trabajadores, sino una grave
involución democrática.
En esta ofensiva por
Tierra, Mar y Aire esta jugando un papel
importante su División Mediática Brunete. Rajoy
sabe que para ganar en el Congreso le
basta con su mayoría absoluta, reforzada
como siempre en temas socio-económicos
por Convergencia I Unió, en su papel de
punta de lanza de las concepciones
económicas más ultraliberales. Pero el
Presidente del Gobierno sabe también que
esta victoria parlamentaria se le puede
volver en contra si no gana la batalla
en la sociedad. Y es en este terreno en
el que esta utilizando todos los medios
a su alcance, incluidos la
descalificación de las organizaciones
sindicales a partir de concepciones más
propias de un Régimen autoritario, que
quisiera ver como desaparecen los
contrapoderes sociales, que de un Estado
Social y democrático de Derecho.
Y suponen no sólo un ataque
frontal al derecho de los
trabajadores, sino una grave
involución democrática |
Para
ello, su primera decisión estratégica es
utilizar a las personas paradas como
escudo humano con el que justificar su
reforma. Así apela a la situación de los
5,3 millones de parados como coartada
para acabar con los que el llama
privilegios, refiriéndose a los derechos
colectivos e individuales de los
trabajadores. Se trata,es obvio, que los
desempleados vean en los trabajadores
con derechos su enemigo y a Rajoy su
Salvador. Y de paso neutralizar a los
trabajadores con empleo a través del
sentimiento de culpabilidad que les
transfiere el PP por tener derechos,
mientras los parados no tienen ni tan
siquiera empleo.
Zaratrusta
en estado puro y sentimiento de culpa
judeo-cristiano como gran arma de
paralización masiva
El
segundo pilar de la estrategia
comunicativa del PP es la falsedad de
culpabilizar a la legislación laboral
del nivel de paro de nuestro país. Es
igual que en el debate sindicatos y
nuestro grupo aportemos datos que
impugna esa falsa relación causa efecto.
Con la misma legislación hay CCAA con el
12% de desempleo y otras con el 32%. Con
esa misma legislación hay CCAA y
sectores que tienen tres veces menos
temporalidad que otros. Con esa misma
legislación, las empresas exportadoras
españolas que además son las que actúan
en un entorno más competitivo han
mantenido su cuota exportadora y su
volumen de empleo, a pesar o
precisamente de tener plantillas con
trabajadores con mejores salarios
comparativos y menos temporalidad.
El
empleo autónomo es el que más puestos de
trabajo ha destruido durante la crisis,
el 18% de los existentes en 2007, frente
a un 9% del empleo asalariado destruido;
y todo el mundo sabe que a los autónomos
no se les aplica la legislación laboral.
Con un modelo de relaciones laborales
absolutamente desregulado, como al que
aspira el PP, Irlanda ha destruido en
los años de la crisis un 13% de su
empleo, mucho más que España. Todos
estos datos y muchos más impiden
continuar con la falsedad de que es la
legislación laboral la que provoca estas
caídas del empleo en momentos de crisis. Pero
ante los datos, el Gobierno mira hacia
otro lado, elude el debate y se limita a
repetir una y otra vez su falsedad, que
es eficientemente difundida por la
División mediática Brunete.
El segundo pilar de la
estrategia comunicativa del PP
es la falsedad de culpabilizar a
la legislación laboral del nivel
de paro de nuestro país |
No contentos con
justificar su reforma en falsedades, la
presentación y explicación de la misma
se hace con mentiras. Desde
la rueda de prensa posterior al Consejo
de Ministros, el Real Decreto Ley 3/2012
esta siendo vendido con mentiras tales
como que es equilibrado, que garantiza
los derechos de los trabajadores, que
solo se limita a acabar con privilegios.
O que afecta por igual al poder de
sindicatos que a las patronales. Se
esconde que el RD ley permite la
modificación unilateral de condiciones
de trabajo que no solo afectan a los
términos de la prestación de trabajo,
sino que irrumpen en la vida de las
personas – especialmente las mujeres –
con los cambios unilaterales y sin
control de jornada o de salarios. Se
dice que se apuesta por la formación y
el contrato de aprendizaje y formación
reduce del 25% al 15% las horas
dedicadas a formación a partir del
segundo año.
Se dice que simplifica la
contratación y lo que se hace es
mantener todas las modalidades de
contrato menos la más protegida y se
crea un contrato de crisis con un
período de prueba de un año en unos
momentos en que la media de contratos no
supera los seis meses. Se dice que
termina con la dualidad y se genera más
segmentación, entre trabajadores
antiguos y nuevos, entre trabajadores de
grandes empresas y los de menos de 50
trabajadores.
Se dice que no toca los
derechos de loa trabajadores actuales y
se facilitan y abaratan las condiciones
de los despidos, regulando incluso la
aplicación retroactiva de los límites en
la indemnización. Y así hay mil ejemplos
de mentiras en la explicación de la
reforma. Se dice que la desparición de
la autorización administrativa previa en
los ERES es substituida por el acceso a
los Tribunales y en otro articulo se
limita al máximo la tutela judicial,
intentando impedir que los jueces puedan
entrar a juzgar la causalidad,
razonabilidad y proporcionalidad de las
decisiones propuestas de las empresas,
como sucedía hasta ahora.
La reforma
laboral se basa en una falsedad, se
explica con mentiras y se justifica con
un engaño. Se dice que va a contribuir a
crear empleo y que dificulta su
destrucción. Y es ahí, donde la
estrategia goebbeliana de la División
mediàtica Brunete comienza a hacer
aguas. Como Rajoy y su gobierno saben
que la asfixia financiera de las
empresas, las políticas de ajuste fiscal
drástico y la pérdida de salarios va a
provocar un incremento del desempleo,
comienzan a matizar sus afirmaciones. El
discurso de Rajoy comenzó diciendo que
en el 2012 no se reduciría el paro,
luego incluso se acepta que durante el
2012 se incrementara el desempleo. Y
para curarse en salud se reconoce que la
reforma laboral no va a crear empleo a
corto plazo, solo a medio o largo plazo,
cuando se reactive la economía.
Por
supuesto, cuando se reactive la economía
se creara empleo, pero también se
crearía igualmente con la legislación
laboral anterior a 2011. Es
precisamente lo que venimos diciendo
algunos para desmontar tanta falsedad.
Conviene recordar que con la legislación
que ahora se deroga, el empleo en España
creció entre 1995 y el 2007 en un 62,7%,
diez veces más que en Alemania (6%) y 5
veces más que la media de la UE (12%).
Desgraciadamente este crecimiento lo fue
sobre arenas movedizas, por eso en 4
años se han destruido más de 2,5
millones de empleos, de los cuales el
55% corresponden a la construcción,
mientras la población activa continua
creciendo.
Es cierto, cuando se
reactive la economía se creara empleo,
pero será mucho más precario y con menos
derechos. Porque
este es el verdadero objetivo de la
reforma. El objetivo de esta reforma es
coyuntural, forzar a la baja los
salarios como salida de la crisis, pero
lo hace con medidas estructurales – la
única verdad de Rajoy la reforma es
estructural -. Se pretende diseñar un
modelo de relaciones laborales donde los
trabajadores individual y colectivamente
tengan menos posibilidades de negociar
sus condiciones de trabajo y en
consecuencia se produzca una
redistribución de rentas, de los
salarios a los beneficios.
El
verdadero y oculto motivo de la reforma
es disciplinar para el futuro la fuerza
de trabajo y para ello, intimidar a los
trabajadores y debilitar la negociación
colectiva o limitar la actuación de los
sindicatos es el camino.
Por eso,
Rajoy y los poderes económicos a los que
representan saben que para ganar esta
batalla, deben aprovechar la crisis para
cargarse a las organizaciones sindicales
y sus instrumentos, la negociación
colectiva y la intervención sindical en
los centros de trabajo.
Y es con
el fin de alcanzar este objetivo
estratégico que se ponen en marcha todos
los medios al alcance de la Brunete
mediática, por Tierra, mar i aire.
Afortunadamente en las manifestaciones
del domingo 19 de febrero los
trabajadores/ras y la ciudadanía
demostraron que no se lo van a poner
fácil a Rajoy, su Gobierno. Y también
por eso mismo es de esperar que el PP
ponga en marcha todas sus armas de
destrucción masiva.
A las que
como siempre eberemos responder con
nuestras armas democráticas, las de los
argumentos, el debate, la explicación y
todos los mecanismos de mobilización que
estan en nuestros manos y que
conseguimos precisamente para conquistar
y defender derechos.
Disculpad los símiles
bélicos, pero es que los comportamientos
de la bancada popular y sus voceros me
los recuerdan insistentemente. No
puedo evitarlo, me traen viejos y
amargos recuerdos