El profesorado
universitario pertenece a un sector intelectual de la
sociedad con ingresos limitados, muy de clase media,
sujetos siempre a la transparencia y escrutinio
públicos.
Se contenta con una vida
digna dedicada al estudio y la generación de nuevos
conocimientos y ve en su trabajo intelectual y en los
conocimientos desarrollados por su alumnado una de las
mayores recompensas.
No es este el sector
ambicioso, arrogante y desmedido que ha hecho caer a
nuestro país no sólo en la bancarrota, sino en la falta
de ética y en la injusticia y ha abandonado a nuestra
juventud a la desesperanza.
Se está desmantelando un
sector necesario, no sólo como motor económico y de
bienestar social y cultural. Se está arrancando la
ilusión a los intelectuales, despreciando su trabajo y
mofándose de su esfuerzo. Se está eliminando la
necesaria investigación que proporciona innovación y
nuevas fuentes de actividad laboral. Y se está
transmitiendo a la juventud la moraleja de que dedicarse
al estudio, al pensamiento, a la creación y la docencia,
no sólo no se valora en nuestro territorio, sino que
además se penaliza.
Marián
López Fernández Cao
Profesora Titular de universidad. |