Se celebra
hoy el “día del docente” en nuestra
comunidad autónoma, Castilla y León. Se
unifica en esta celebración “el día del
maestro”, que tradicionalmente se
conmemoraba el 27 de noviembre en
recuerdo de San José de Calasanz y el
día del “profesor” ( de enseñanza
secundaria) que se festejaba el día 28
de Enero, en honor de Santo Tomás de
Aquino.
Ignora esta fiesta que La
UNESCO instauró el 5 de octubre como Día Mundial de los
Docentes, para recordar
la Recomendación conjunta de la OIT y la UNESCO relativa
a la situación del personal docente, adoptada en 1996.
Nunca jamás se ha
dispuesto de tantos recursos, ni de tantos
“especialistas” en Educación como hay hoy día en los
diferentes sistemas educativos europeos, pero, aparte
del logro de la escolarización total en las edades
obligatorias (6-16 años) y casi total en la edad no
obligatoria (3-6 años), los resultados no se
corresponden con los medios y esfuerzos realizados,
viendo la insatisfacción convicta y confesa de
profesores, alumnos, padres, dirigentes y dirigidos
(fracaso escolar, bajo rendimiento, “pérdida de
autoridad”, maltrato entre iguales, indisciplinas,
problemas de convivencia, “queme” del personal…).
Quizás una de las causas
de este fenómeno tenga que ver con la abundancia de
teorías extravagantes, de discursos dispares y
disparatados y metáforas engañosas en la educación, que
facilitan la peor actuación educativa, aunque no la
impiden, y no lo hacen porque el educador lo que hace es
enseñar conductas.
Enseñar quiere decir,
“mostrar” para que el alumno haga algo (conducta) y a
partir de aquí, el educador con-duce la conducta del
alumno y sigue mostrando y enseñando.
Todos los profes hacen
algo de esto. Lo que aprenden unos y enseñan otros se
debe, sobre todo, a lo que de hecho hacen:
Enseñar-responder-reforzar.
Así, los profesores serían
“conductistas” sin proponérselo, al igual que aquel
personaje de Moliere que hablaba en prosa sin saberlo.
P.D. : Como si el
destino hubiera querido gastar una broma a los
responsables de la elección de esta fecha como “día del
docente”, por la noche se celebra Halloween, que pone de
manifiesto la “anglosajonización” de nuestra cultura y
también de nuestra educación.