La semana que arranca es la del inicio de un nuevo curso escolar. Los alumnos de Infantil y de Primaria volverán a sus clases tras las vacaciones de verano el próximo viernes. Los de Bachillerato y ESO lo harán el día 15 de septiembre. Una actividad que moviliza en la provincia de León a nada menos que 65.000 personas (más de 60.000 alumnos de enseñanzas no universitarias y casi 5.000 profesores).
La mayor incógnita a la que se enfrenta cada inicio de curso es la del número de alumnos. El pasado año se produjo un incremento mínimo de 33 escolares de Primaria y Secundaria sobre un volumen total de 33.000, pero supuso el primer aumento de los últimos diez años.
Si la gran duda de cada curso está en el número de alumnos, el primer problema también viene derivado de este hecho. Pese al aumento general de los matriculados en 2010, el pasado curso, doce pueblos de la provincia se quedaron sin escuela y el mundo rural perdió un total de 25 aulas. Según los cálculos del sindicato Stele para éste periodo, la provincia perderá 21 unidades, cifra que ha de tomarse con todas las reservas hasta que la Consejería de Educación ofrezca la semana entrante los datos oficiales. En cualquiera de los casos, y también según las cifras que maneja Stele, la escuela rural de León viene perdiendo 40 maestros por curso.
La premisa es que aquellas unidades con menos de cuatro alumnos (antes eran cinco) no abran sus puertas. Estos niños reciben educación en las cabeceras del centro rural agrupado (CRA) correspondiente, con la garantía de desplazamiento y alimentación por parte de la Junta. Una provincia como la leonesa en la que la despoblación y la dispersión son males ya casi endémicos, el cierre de aulas se ha convertido en el pan nuestro de cada curso.
Lo que no se aventura de este nuevo arranque del periodo escolar es que sea conflictivo, como se prevé en otras comunidades también gobernadas por el PP como Madrid y Castilla-La Mancha. En ambas, Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal quieren ampliar el horario lectivo de los docentes de 18 a 20 horas semanales. El consejero de Educación de Castilla y León, Juan José Mateos, ya ha adelantado que esa medida queda descartada en la comunidad aunque llamó a los profesores a un mayor esfuerzo para mantener los buenos resultados de Castilla y León en educación.