Tal
como viene proclamado en el artículo 22 de la D.U.D.H.(Declaración
Universal de los Derechos Humanos) “ toda persona tiene derecho a la
Seguridad Social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, la satisfacción de sus derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables para el libre
desarrollo de su personalidad”.
Si
a esto añadimos, que el trabajo realizado en un marco laboral sano
es la garantía de la paz y el progreso humano de las sociedades
democráticas y libres, tendremos el escenario ideal donde comúnmente
nuestra actuación sindical se debiera realizar.
Pero en esta crisis económica se atreven a decirnos que el Estado ya
no puede garantizar los costes de las medidas para nuestra sociedad
en lo que se llama el Estado del Bienestar, porque no hay dinero
suficiente para prolongar las conquistas sociales, cuando la
producción de la riqueza ha aumentado considerablemente en los
últimos decenios.
La
consecuencia es que los organismos internacionales al servicio del
mensaje economicista como el F.M.I., el G-20, el Banco Mundial,
unidos con las Multinacionales más potentes, predican una doctrina
de restricción de los derechos sociales y laborales que afecta a
nuestra forma de vida mediante contratos en precario, limitación del
subsidio de paro, disminución en las prestaciones por enfermedad,
cambio a peor en las pensiones, etcétera, lo que nos lleva a una
situación de inseguridad en el mercado de trabajo en todos sus
sectores y países.
Las
consecuencias son evidentes:
Pérdida de la salud física y psíquica, más accidentes de trabajo a
causa del ritmo excesivo en la producción y las deficientes medidas
de seguridad, menor inversión en la prevención ( teniendo en cuenta
que 1 euro invertido en este campo ahorra diez euros posteriores en
otros servicios como los sanitarios, sociales),menor interés en
formar e informar a las trabajadoras/es en sus respectivos riesgos
en los procesos productivos.
Por
todo ello nuestro Sindicato en este 28 de Abril, día de la Seguridad
y Salud Laboral, aboga por:
·
Una
aplicación efectiva de la Ley 31/1995 de Prevención y Riesgos
Laborales, incidiendo especialmente en las trabajadoras/es de primer
empleo, personas de más edad en los trabajos, mujeres en situación
de embarazo, personas con patologías individuales reconocidas.
·
La
inversión real en medidas de prevención y sensibilización de los
trabajadores/as en los procesos productivos, utilizando para ello el
diálogo con los Sindicatos.ç
·
La
incorporación y estudio de las nuevas enfermedades profesionales que
están ligadas a los cambios sociales y tecnológicos producidos
continuamente en una sociedad muy cambiante como la que vivimos en
el siglo XXI.
·
La
formación e información efectiva de todos los trabajadores/as
mediante cursos para poder afrontar y conocer los riesgos a los que
se enfrentan en su trabajo. |