EL EDITORIAL DE LA SEMANA |
Vivimos instalados en la
falacia
En la enseñanza se vive
la apariencia como algo
propio. Las verdades a
medias y los argumentos
para justificarlas hacen
que la comunidad
educativa participe en
debates que no llevan a
ninguna parte. Los
asuntos importantes se
quedan, casi siempre,
para otro momento
"mejor". El recorte
en las inversiones se
deja sentir desde el
gasto corriente
(luz, agua, mobiliario,
teléfonos, limpieza)
hasta la formación
del profesorado, las
plantillas, la subida de
ratios, el sueldo de los
docentes o la reducción
de programas de apoyo.
En un sistema educativo
asimétrico el problema
de la inversión y las
prioridades de esta,
está en función de las
políticas que se
desarrollan en las
distintas comunidades
autónomas. Según qué
comunidad la situación
es más o menos
problemática. Ante la
crisis económica
rápidamente los
países ricos que
controlan el núcleo duro
de la OCDE y otras
organizaciones (Banco
Mundial, Fondo Monetario
Internacional, agencias
y consultoras privadas)
empiezan a lanzar
ideas engañosas que
construyen conclusiones
engañosas.
Lo importante no es la
cantidad de la inversión
o la ratio profesor
alumno, sino que el
docente esté contento y
tenga calidad de vida
laboral y personal.
¿Da lo mismo que un
docente de ESO tenga 35
alumnos en un aula que
25? ¿Que tenga o no
apoyos para su trabajo?
¿Que tenga recursos para
desarrollar su profesión
o no? ¿Que esté bien
formado o dejado a su
suerte? ¿Que gane 500
euros más al mes o 500
menos? O el docente es
el profesional más raro
del mundo, o estas
instituciones nos
manipulan a través de
estudios previamente
"cocinados" y cuyo
único objetivo es hacer
dar vueltas en círculos
a la comunidad educativa
ante problemas
"manufacturados" y
dilemas planteados de
forma maniquea. Casi
siempre se trata de
elegir entre lo malo y
lo peor. Se manejan
conclusiones para
idiotas. Un ejemplo,
algunos expertos
concluyen de PISA que es
preferible aumentar el
sueldo al docente que
bajar las ratios. ¿Qué
prefieres caerte por un
precipicio de 1.000
metros o por uno de 500
metros? ¿Están son las
preguntas correctas a
responder? ¿Qué hay que
hacer para tener a un
docente satisfecho con
su vida laboral y un
sistema de enseñanza de
calidad? Lo más
destacado e inquietante,
de la última Conferencia
Sectorial de Educación
es que el Gobierno ha
"liberado" a las
comunidades autónomas de
la cofinanciación en los
programas que hasta ese
momento compartían:
PROA, Educa3, Planes de
lectura, etc.
Todo queda a la buena
voluntad de los
gobiernos autónomos. En
un sistema educativo
asimétrico como es
el español supone, de
hecho, en algunos
territorios, un nuevo
recorte que se suma a
los casi 2.000 millones
de euros totales que ya
se recortaron en su día.
Hay que señalar con
nitidez las prioridades
pero la inversión en el
sistema educativo sigue
siendo clave. Las
políticas educativas
siguen siendo claves. Y
la organización de los
docentes y las familias
en movimientos sociales
de amplio espectro
capaces de dar respuesta
a decisiones como la
adoptada en la última
Conferencia Sectorial o
ante las estrecheces
que padecen las escuelas
e institutos o ante
estudios engañosos
es de vital importancia.
En la enseñanza vivimos
instalados en la
falacia. |
|
|