Otro 8 de marzo
Otro 8 de marzo más "Día de la Mujer
trabajadora", remunerada o no
remunerada, debemos empezar recordando
que en España la diferencia salarial
entre un hombre y una mujer ronda el 22%
a favor del primero; las mujeres,
además, realizan múltiples tareas por
las que no son remuneradas. Y de lo
difícil que es para una mujer poder
conciliar su vida personal y familiar
con su vida laboral. La maternidad, por
ejemplo, sigue siendo una pesada carga
para la mujer que quiera tener una
carrera profesional plena. No cabe duda
de que mucho han cambiado las cosas,
mucho se ha legislado a favor de la
igualdad de género y que la mujer tiene
hoy una presencia en la vida social,
política y cultural muy importante,
quizás como nunca antes. Pero la
situación laboral y social sigue siendo
de desventaja. ¿Por qué?
Es un problema de cultura y de falta de
voluntad política a la hora de aplicar
las leyes y de sancionar a aquellos que
la incumplen sistemáticamente, que en el
caso de la mujer y el mundo laboral son
muchos. Solo en la función pública
existe una verdadera equiparación
laboral, salarial y de los derechos
sociales entre hombres y mujeres. El
sector privado sigue siendo, en su gran
mayoría, el gran vivero de desigualdades
sociolaborales entre hombres y mujeres.
¿Hay algo que justifique esta situación?
Y si no lo hay, ¿por qué los poderes
públicos admiten sin sancionar un tipo
de práctica altamente perjudicial para
la mujer y que pone en entredicho la
calidad de nuestra democracia?
En el sector de la enseñanza el número
de mujeres docentes supera ya con creces
al número de hombres en Infantil,
Primaria y prácticamente en Secundaria.
También la universidad ha visto un
aumento significativo tanto de alumnas
como de profesoras. Incluso se ha
escrito sobre los beneficios y
perjuicios de la "feminización" de la
enseñanza. Un buen docente es un buen
docente independientemente del sexo. La
enseñanza es un sector donde la mujer,
en condición de igualdad con el hombre,
puede desarrollar una vida profesional
plena compatible con su vida personal y
con la maternidad, si por ello opta la
mujer libremente. Con todo, en la
enseñanza seguimos teniendo un elevado
déficit de mujeres en cargos directivos
y puestos de responsabilidad
intermedios.
En el mundo, la igualdad y la no
discriminación deben seguir siendo
reivindicaciones y principios
inspiradores de la calidad de vida, no
solo de las mujeres, sino de la sociedad
en cada uno de los rincones del planeta.
La pobreza y otras desventajas
socioeconómicas contribuyen a un aumento
sustancial de las disparidades entre
sexos. Y no estamos hablando de un
colectivo, sino de más del 50% de la
población mundial, un potencial
intelectual y humano vital para el
crecimiento económico y para la
sostenibilidad social. |