TRIBUNA.-Enrique
Javier Díez Gutiérrez, profesor de la Universidad de León |
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http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=568958
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Los
brutales recortes al presupuesto destinado a la
educación en general, y la transferencia de recursos
públicos a manos privadas además de profundizar la
mercantilización de la educación universitaria,
busca pasar los costos de la crisis a la ciudadanía.
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chicos de 13 o 14 años toman la calle para protestar
contra gobiernos conservadores y socioliberales que
en Letonia, Irlanda, Francia, Islandia, Rumania,
Portugal o España quieren liquidar definitivamente
el Estado social privatizando y convirtiendo la
educación en un negocio.
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Los
estudiantes europeos luchan por liberar a la
democracia y a la política secuestrada por los
organismos internacionales (el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Central), al servicio de
los grandes grupos financieros.
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Por qué protestan
estudiantes y profesorado universitario en Europa?
El Reino Unido es un caso más, y no menor, de los
cambios que se están produciendo en toda Europa en
la Educación Superior. Meses después de la llegada
al poder de la coalición entre Conservadores y
Liberal-Demócratas, los recortes en la educación
pública se hicieron públicos, pese a que Nick Clegg,
líder de los Liberal-Demócratas y actual Viceprimer
Ministro prometió en la campaña electoral que no
haría recortes en Educación.
Como analiza Daniel Mourenza, de la Universidad de
Leeds, a partir de la publicación del informe «Independent
Review of Higher Education Funding and Student
Finance» el pasado 12 de octubre, más conocido como
Browne Review (redactado por Lord John Browne, Baron
of Madigley y antiguo presidente ejecutivo de BP,
entre muchos otros cargos), se ha planteado una
bajada en el presupuesto dedicado a las
Universidades que puede llegar hasta el 80%: de los
actuales 3.500 millones de libras a 700 millones. El
presupuesto para la investigación puede bajar
también en un millón de libras. Pero estas medidas
no vienen solas. A la vez se planea que las
matrículas universitarias pasen de las 3.290£ por
año que cuestan actualmente (3.850 euros) hasta una
cifra que puede llegar a ser de entre 7.000 y
9.000£. La cifra actual es, en efecto,
suficientemente elevada. ¿Cómo pueden permitírsela
entonces los estudiantes británicos? Lo hacen
principalmente a través de préstamos. Fue en el
1998, con el gobierno de Tony Blair, cuando los
estudiantes no sólo tuvieron que empezar a pagar una
matrícula de 1.000£ por año, sino que también se
suprimió el sistema de becas y se potenció el
sistema de préstamos, que ya existía, pero con una
inversión inferior. En 2004, la matrícula subió
hasta unas 3.000£.
Esta «música» nos suena aquí y su partitura se llama
«Plan Bolonia». Cuando se dice en el Browne Review
que todos los programas universitarios menos
Medicina, Ciencias, Ingeniería y Lenguas Modernas
dejarán de recibir dinero público se está diciendo,
obviamente, que las demás carreras deberán buscar
fórmulas para poder subsistir. Por un lado con la
subida de las matriculas de los estudiantes, y por
el otro, deberá supeditarse a la lógica del mercado,
es decir, conseguir financiación de la empresa
privada. La Universidad de Bradford ya ha anunciado
un programa de grado «Morrisons» (importante cadena
de supermercados en el norte de Inglaterra), que
promete que tendrás «una gran carrera en los
supermercados, gracias a una carrera de
supermercados». Se instala así el convencimiento de
que la responsabilidad que la Universidad tiene con
la Sociedad es la de beneficiar directamente a las
empresas y no la de generar conocimiento y un
espíritu crítico e independiente. Algo que cuadra
perfectamente con el informe «Estrategia Universidad
2015: La gobernanza de la universidad y sus
entidades de investigación en innovación» en España,
firmado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo,
presidida por la señora Ana Patricia Botín, que
llega a afirmar que el rector o rectora no tiene por
qué ser un académico, sino por ejemplo un «hombre de
negocios», lo que, según ella, agilizaría el
funcionamiento de la Universidad (aparte de
privatizar todos los sistemas de gestión dentro de
las universidades, claro).
Las reformas en el Reino Unido significan, entre
otras cosas, la pérdida de 200.000 puestos de
trabajo; así como el que un 40% de los estudiantes
dicen que si salen adelante las medidas que propone
el Browne Review reconsiderarán si ir a la
Universidad, según publica The Guardian . Bernard
Goyber, un estudiante de Historia de 19 años,
lamentaba que «el 50% de los estudiantes no puede
encontrar trabajo, la mayoría tampoco van a poder
pagar esas matrículas». Otra alumna, de Irlanda del
Norte, Anna Tennant-Siren, criticó a los políticos,
que «deberían estar quitándoles dinero a las
personas que ganan sueldos de siete cifras, no a los
estudiantes que no tienen dinero». «Queremos un
sistema educativo en el que cualquiera pueda tener
acceso, no sólo los que tienen posiciones
privilegiadas o que son ricos», ha pedido Clare
Solomon, presidenta de los estudiantes de la
Universidad de Londres a BBC radio. En Sheffield,
Bristol, Londres, Liverpool, o Manchester chicos de
13 o 14 años toman la calle para protestar contra
gobiernos conservadores y socioliberales que en
Letonia, Irlanda, Francia, Islandia, Rumania,
Portugal o España quieren liquidar definitivamente
el Estado social privatizando y convirtiendo la
educación en un negocio.
En Italia, los estudiantes se manifiestan en Roma,
Pisa, Palermo, Pavía, Turín, Florencia, Bolonia,
Milán, Cagliari, Nápoles, Génova, Siena, Trieste,
Venecia o Perugia contra el decreto ley de la
ministra de Educación, Mariastella Gelmini, que
pretende recortar los fondos para la Universidad
pública para aumentar los destinados a la
Universidad privada. Los estudiantes protestan
contra la privatización de los consejos de
administración de los institutos, los recortes en la
escuela y la universidad pública, sobre todo en el
sector de la investigación, estableciendo sistemas
de crédito para los estudiantes que convierte la
universidad pública en elitista, así como por los
fondos que se concederán para financiar las escuelas
privadas. Los brutales recortes al presupuesto
destinado a la educación en general, y la
transferencia de recursos públicos a manos privadas
a través de cheques canjeables por educación, es una
medida que, además de profundizar la
mercantilización de la educación universitaria,
busca pasar los costos de la crisis a la ciudadanía.
Estas medidas son las que han sacado a la clase
universitaria a la calle. Pero poco puede hacer la
ciudadanía contra una decisión que se les impone e
hipoteca su futuro si demuestran su disconformidad
por separado. Sin embargo los estudiantes europeos
están demostrando tener claro que el futuro está
aquí, que es suyo y se decide ahora: por eso hoy, en
Roma como en Londres, luchan por liberar a la
democracia y a la política secuestrada por los
organismos internacionales (el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Central), al servicio de
los grandes grupos financieros, la sacan a la calle
y siguen luchando.
Enrique
Javier Díez Gutiérrez
Profesor de la Universidad de León
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