Muchos y difíciles han sido los años que nos ha costado a las
españolas ser consideradas por la ley sujetos de pleno derecho y
acceder a la educación y a un puesto de trabajo en condiciones de
igualdad con los hombres (aunque esto último aún no lo hemos
conseguido de forma generalizada). Pero la realidad cotidiana de las
mujeres maltratadas y asesinadas ( 72 en el pasado año, 45 éste)
pone de manifiesto que todavía nos costará muchos años más conseguir
que las relaciones entre hombres y mujeres se basen en el respeto
escrupuloso a la vida y a la libertad de toda la ciudadanía, y no
sólo de los varones.
A lo largo de la historia, los hombres han monopolizado la mayoría
de los poderes sociales, marginando a las mujeres al ámbito de lo
privado y considerándolas como eternas menores de edad, necesitadas
de dirección y de control. Hemos sido utilizadas a lo largo del
tiempo como cuidadoras y reproductoras, no hemos tenido la
posibilidad de aparecer en público sino como sombra del marido o del
padre, y nuestra labor ha sido silenciada y minusvalorada. Eternas
menores de edad, sólo en los últimos 30 años hemos ido accediendo, a
fuerza de mucha lucha y mucho esfuerzo, al espacio público de los
iguales, para que nuestra voz, aunque todavía con interferencias,
sea escuchada y respetada.
Ahora bien, lo que debe quedar claro es que la violencia machista es
un problema social estructural y ha de tratarse como una cuestión de
Estado. La ciudadanía debe percibir que la sociedad en su conjunto
rechaza categóricamente este terrorismo machista de igual manera que
cerramos filas para condenar el terrorismo político. La ley contra
la violencia de género aprobada el pasado año por el Parlamento
Español pretende poner en el centro del espacio público un fenómeno
que debería escandalizar a cualquier persona con una sensibilidad
moral y política mínimamente razonable. Por eso creemos necesario
pedir al Gobierno de España, a todas las Comunidades Autónomas y a
los Ayuntamientos que se impliquen en campañas de información para
prevenir los casos de violencia contra las mujeres, para que todas
aprendan a reconocerlos.
Queremos mostrar especialmente nuestra preocupación ante la
posibilidad de que muchas inmigrantes no estén denunciando a sus
agresores por miedo a ser expulsadas, pese a estar protegidas por la
Ley. Muchas de estas mujeres no conocen sus derechos . ¿Se están
realizando programas de intervención específicos para informar y
prevenir a las mujeres inmigrantes contra esta violencia? Creemos
que estos programas son absolutamente necesarios dado que de las 45
mujeres muertas este año, 17 eran extranjeras y de las 72 muertas el
pasado, también eran extranjeras 17 .En cuanto a las denuncias
presentadas este año en todo el Estado un 27,3% son de extranjeras,
y el pasado año, las denuncias extranjeras representaron un 24,7% .
También debemos preguntarnos si la Ley contra la violencia de género
se está aplicando con la dotación de recursos necesarios en todos
los ámbitos que abarca: ¿Son los recursos judiciales que se han
puesto en marcha suficientes? ¿Se está interviniendo en la formación
del profesorado en los centros de enseñanza para evitar la violencia
en general y la violencia de género en particular? ¿Hay publicidad
institucional suficiente para sensibilizar al conjunto de la
sociedad sobre este problema? ¿Se denuncia con contundencia y
claridad la publicidad sexista?¿Cómo se está interviniendo en la
violencia que genera el ejercicio de la prostitución?¿Se pondrá en
marcha un fondo para paliar los efectos violentos que pueden
producir las pensiones impagadas? Todas estas preguntas necesitan
una respuesta clara. Por ello reclamamos a la Administración de
Estado y a las distintas Comunidades que se realice una estimación
del impacto de aplicación de esta Ley .
Ahora bien hemos de ser conscientes de que siendo necesarios y
urgentes la total aplicación de la Ley y la inversión de los fondos
precisos, también es urgente que cambien las mentalidades y las
conductas. Y para eso se necesita la participación y el compromiso
de toda la comunidad.
Organización de Mujeres de STEs-i
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